Proyecto en órbita

Basalto, lavas, reproducciones de rocas lunares, la huella enmarcada del primer hombre que pisó la luna, maquetas a escala del Atlantis y el Chalenguer, emblemas y carteles de la NASA, cientos de cintas de vídeo científicas sobre el espacio y una carpeta donde archiva los apoyos que ha recibido de los organismos astronáuticos y científicos para su proyecto. El dormitorio de Óscar Augusto Rodríguez, divulgador de temas espaciales, de 23 años, ya es una antesala del primer museo español del espacio, un proyecto que acaricia para Cádiz.Se nota que se ha tomado mucho interés y que cree sin fisuras en su proyecto. Está desempleado, pero no parado. Cada hora del día la dedica a dar "vueltas de tuerca" a la que es, de momento, una ilusión. La NASA y en la Agencia Espacial Europea (AEE) se han comprometido a apoyar el proyecto aportando material. Construcciones Aeronaúticas también ha prometido que enviará maquetas, componentes y documentación informática sobre la carrera espacial.

No han pasado en balde sus llamadas para los dos astronautas españoles: Miguel López Alegría y Pedro Duque. Las paredes de su habitación están forradas de fotografías dedicadas por ambos. López Alegría ha llegado más allá: le ha ofrecido incluir en el Discovery un documento de intenciones sobre la creación del museo y un pendón de Cádiz que, tras pasearse por el espacio exterior, se integrarían en los fondos del museo. Esa nave partirá hacia la estación espacial internacional el próximo 14 de junio y lo más probable es que no lleve documento alguno a bordo. Ni el Ayuntamiento ni la Diputación de Cádiz han mostrado un mínimo apoyo al Museo. El municipio lo ve poco sólido y la Diputación le desea suerte. "Yo tenía mucha fe y mucha confianza, pero la voy perdiendo poco a poco, al menos de que se haga en Cádiz", confiesa el promotor de la idea, que dice haber recibido la llamada del Club del Espacio de Madrid para presentar el proyecto en la capital de España.

"El primer museo español del espacio no es una idea cerrada. Es una propuesta, abierta a sugerencias, mejoras y participaciones de todo tipo", explica Rodríguez, quien, no obstante, ya ha desarrollado su idea inicial: 17 módulos en los que, cronológicamente, se recorre la historia de la conquista del espacio, que va desde el interés de las civilizaciones egipcia y mesopotámica por las estrellas, a los trabajos de Newton y Copérnico, y las aportaciones de Gobbard y Tsiolkovsky, considerados los padres de la astronaútica. El museo acercará al visitante a la llegada a la luna y los trasladará al futuro: el asentamiento del hombre en la luna y la colonización de marte.

"El museo debe estar dirigido a la juventud, que es el verdadero futuro, como el espacio es el futuro de la humanidad", aventura el divulgador espacial, que ya ha organizado tres exposiciones monográficas en el Museo Naval de San Fernando y en el Ayuntamiento de Puerto Real (Cádiz), además de mantener colaboraciones en medios de comunicación y participar en cada charla en la que se hable del espacio.

Asegura que, invitado por la NASA, fue ponente en un Congreso Internacional al sobre Astronáutica en Washington; y la AEE le envió credenciales para seguir en directo desde la Estación de Seguimiento de Satélites, en Villafranca del Castillo (Madrid) varios hitos como el lanzamiento de Pedro Duque, la primera reparación del telescopio espacial Hubble, los vuelos de acoplamiento de la shuttle-mir o la misión Mars Pathfinder.