La empresa que hará el trasvase al Vinalopó ignora el precio del agua
La Coordinadora Salvem el Xúquer criticó ayer, entre las miles de alegaciones que presentó en contra del futuro trasvase Júcar-Vinalopó, que el proyecto expuesto no especifique el precio que tendrá finalmente cada metro cúbico enviado a los agricultores de las comarcas del Vinalopó y L"Alacantí, cuestión vital para que éstos dejen de sobreexplotar sus acuíferos (único motivo que justifica la infraestructura). Aguas del Júcar, la empresa que hará la conducción, reconoció ayer que aún desconoce ese precio, pero apuntó que será viable.
La Coordinadora de Defensa del Riu Xúquer congregó ayer a varias decenas de sus integrantes a las puertas de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) para presentar las 12.000 alegaciones, recogidas en sólo "una semana", contra el trasvase. Entre los puntos más criticados, hay uno que les preocupa especialmente: en ningún párrafo de los 11 tomos de la memoria informativa de la obra se puntualiza cuánto tendrán que pagar los agricultores beneficiarios por cada metro cúbico de agua que salga del embalse de Cortes y llegue hasta el futuro depósito de Sochantre, cerca de Villena.A juicio de la Coordinadora, si la obra sólo se justifica (así lo puntualiza el plan hidrológico de la cuenca) para paliar la sobreexplotación de los acuíferos del Vinalopó, habrá que saber con toda seguridad antes de hacerla que el precio que se pagará es menor que el que ahora supone extraer agua de los pozos. Según cifras de los propios agricultores del Vinalopó, que financiarán al 50% los 33.000 millones de la conducción, en el Alto Vinalopó se invierten entre 10 y 15 pesetas por cada metro cúbico del subsuelo, y en el Medio Vinalopó y en L"Alacantí la cifra se eleva hasta las 25 pesetas.
Sin embargo, Francisco Ruiz de la Torre, consejero delegado de Aguas del Júcar, SA (Ajusa), la sociedad anónima creada por el Ministerio de Medio Ambiente para construir infraestructuras en la cuenca, reconoció ayer que aún se están haciendo los cálculos que permitan determinar con exactitud cuánto costará elevar el agua e impulsarla desde Cortes hasta Villena, 67,8 kilómetros más lejos y a una cota 330 metros más alta. Ruiz de la Torre explicó que el proyecto no contempla este punto porque todavía hay que calcularlo con exactitud, pero aseguró que las estimaciones previas (que no quiso facilitar) apuntan a que la obra será rentable y servirá para paliar el estrés de los acuíferos.
Pero los críticos dudan de estas afirmaciones. "El trasvase no garantiza que su objetivo real sea la recarga de acuíferos", aseguró ayer Carles Arribas, portavoz de la macroorganización Ecologistas en Acción, también integrada en la Coordinadora, "sino que está destinado a dirigir el agua al entorno de Terra Mítica y garantizar así los abastecimientos de esta zona". Aunque desde Ajusa se apunta que el parque, como mucho, necesitará 0,1 hectómetros anuales, los ecologistas apuestan a que el espacio lúdico sólo es la excusa para justificar el "pelotazo especulativo" de los proyectos urbanísticos que se están consolidando. Y esos proyectos necesitarán más agua.
Y mientras los regantes siguen insistiendo en que el Júcar no tiene excedentes como para exportar los 80 hectómetros previstos, Ajusa asegura que la mejora de los riegos tradicionales (con notables pérdidas) y el reaprovechamiento de las aguas tratadas en la depuradora de Pinedo supondrán 140 y 70 hectómetros extras.
Por su parte, las organizaciones agrarias de Alicante han recibido con preocupación y malestar las 12.000 alegaciones, informa Ezequiel Moltó. La Unió de Llauradors y Jóvenes Agricultores consideran que la postura de los regantes de La Ribera podría retrasar un "proyecto vital y necesario" para las comarcas alicantinas. La Unió estima que si no llega el trasvase peligrará la economía del 80% de las familias que viven de los cultivos de uva de mesa.
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