El segundo entierro de Franjo Tudjman
Croacia ha celebrado las primeras elecciones democráticas no condicionadas masivamente por la guerra balcánica ni por el hombre que acaudilló el nuevo Estado, Franjo Tudjman, muerto hace ahora tres semanas. Los resultados provisionales dan una abrumadora victoria a las coaliciones de oposición al régimen presidencialista autoritario de Tudjman y a su partido de la Comunidad Democrática Croata (HDZ). Es una excelente noticia para Croacia, para Europa y para la democracia en la región.La alianza de centroizquierda, que logró unir a seis partidos en su propósito de acabar con el asfixiante monopolio de poder impuesto por el fallecido presidente, tendrá una muy sólida mayoría parlamentaria, aunque no es seguro que alcance los dos tercios necesarios para reformar la Constitución que Tudjman elaboró a su medida. Pero, en todo caso, tendrá fuerza y legitimidad para acabar con el entramado de intereses corruptos del poder económico y político tejido por Tudjman y un partido basado en el clientelismo.
El Partido Socialdemócrata (SDP) y sus aliados del Partido Social Liberal (HSLS) han conseguido más del 40%, según las últimas estimnaciones. Sus cuatro socios menores, que acudían ya con voluntad de gobernar con ellos, lograron en torno al 16%, y el HDZ de Tudjman, un 24%. Los posibles aliados de éstos en la extrema derecha sólo obtuvieron un 5,3%.
Las elecciones presidenciales, que se celebrarán el próximo 23 de enero, son ya una abierta esperanza para que Croacia acabe definitivamente con un régimen que la ha aislado de Europa, estrangulado los derechos de sus ciudadanos y corrompido la vida económica y política. La oposición que ha ganado las legislativas tiene ahora a su alcance la presidencia de la república. Croacia ha enterrado un poco más hondo a Tudjman y puede entrar por fin en un proceso que lleve al país hacia Europa.
De los resultados de las elecciones del domingo hay otra lección que pueden y deberían extraer con urgencia los líderes de la oposición en la vecina Serbia. La coalición croata les ha demostrado que, anteponiendo la responsabilidad al afán de protagonismo y a las rivalidades personales, se pueden crear alternativas a un régimen detestable con posibilidades de éxito. Cuando la oposición serbia, y los electores, hagan una demostración de madurez democrática como la realizada por los croatas, los Balcanes y Europa podrán librarse de algunos de sus peores fantasmas.
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