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GESTIÓN

Las obras de la fachada del museo cervantino siguen en el 2000

La fachada lateral del Museo Casa Natal de Cervantes, una de las obras acometidas por la Comunidad de Madrid en el casco histórico de Alcalá de Henares (163.830 habitantes), va camino de pasar a la historia como la émula local de la Sagrada Familia de Gaudí, en lo tocante a tiempo de ejecución. Este antiguo edificio de dos plantas lleva más de un año en obras. Los últimos siete meses los ha pasado con la cara cubierta con espesos velos, a la espera de una cirugía estética demandada por vecinos y Ayuntamiento. El Gobierno regional inició en 1998 la reforma de este museo, que ha supuesto desde entonces una inversión de alrededor de 80 millones de pesetas y que incluía añadirle la casa aneja, que estaba en muy mal estado. Su rehabilitación concluyó en mayo, unas semanas antes de las últimas elecciones. Sin embargo, la reforma de la fachada no gustó y las protestas de los vecinos movieron al Ayuntamiento a exigir a la Comunidad de Madrid una nueva reforma.

La fachada se cubrió entonces con una lona y no se volvió a hablar de ella hasta que el pasado otoño el nuevo director general de Archivos, Museos y Bibliotecas de la Comunidad, Carlos Baztán, envió al Ayuntamiento alcalaíno el proyecto de rerreforma. El Consistorio le pidió que, previamente a su ejecución, se lo explicase a los vecinos. Baztán se trasladó a Alcalá con los planos bajo el brazo y una ristra de argumentos para apoyar su propuesta, inspirada en las tapias conventuales de la ciudad. El director general de Archivos proyectó incluso las diapositivas de algunas de estas tapias, como la del convento de la Imagen.

No convenció

Sin embargo, no consiguió convencer a los vecinos. Muchos de ellos solicitaron que se devolviese al muro su aspecto anterior, con varias ventanas y balcones, quejándose de que a los propietarios de otras casas situadas en el casco histórico no se les permitía cegar vanos. El edil de Turismo, Francisco Calles (IU), opinó entonces: "Me parece que el proyecto que hoy se presenta es similar a lo que se hizo el invierno pasado. Queremos una fachada que no impacte cuando se retiren las lonas, acorde con el resto de la calle de la Imagen".

Baztán, que es arquitecto, dijo que era "metafísicamente imposible" devolver su aspecto anterior a la fachada, que databa de este siglo y obedecía a una "pulsión popular". No obstante, tomó notas y anunció que se las trasladaría a la consejera de Cultura, de la que depende esta dirección general, Alicia Moreno. Baztán sostuvo que, al pasar de residencia a edificio institucional, la cara del edificio tendría que cambiar. "Una manera de manifestarse lo público es la tapia", apuntó. Y añadió que el eliminar los vanos obedece a que la luz dañaría los libros valiosos que ha de albergar.

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