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INFORMÁTICA

Europa entra en el temido 2000 sin sobresaltos informáticos

El sistema de cuenta atrás instalado en la Torre Eiffel, que funcionaba sin parar desde 1997, se paró cinco horas antes del cambio de año. Mal presagio. Pero el problema del equipo digital se subsanó poco antes de medianoche y los parisinos pudieron conocer así el momento exacto del tránsito al nuevo año.A las cero horas del 1 de enero del año 2000 llegó el júbilo, y la fiesta no decayó en toda la noche. Ningún incidente de consideración se produjo en Francia ni en el resto de Europa a causa del temido efecto 2000. Si acaso, sólo cabe consignar la saturación de las líneas telefónicas en los primeros minutos del 2000, como sucede cada año: muchas personas se apresuran a felicitar a los familiares que están lejos.

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El "efecto 2000" no causa ningún desastre

Los incidentes aquí y allá han sido poco relevantes. Tanto, que adquirió nivel de casi noticia el problema que tuvo el servicio de bomberos de Berlín durante la madrugada del primer día del año por fallos de uno de sus ordenadores. Pero no fue el efecto 2000 el que lo produjo, sino la sobrecarga por las 7.000 llamadas que tuvo que antender.

Lo más parecido a un problema causado por el efecto 2000 fue el incidente relatado antes de que comenzara el nuevo año por un periodista de France Presse que voló el día 31 de Londres a Boston en un Boeing 777 de British Airways. "Tenemos un problema ligado al efecto 2000, nos pasamos a vuelo manual", anunció el comandante a los 213 pasajeros en pleno vuelo. Y las pantallas de televisión dejaron de proyectar imágenes durante tres minutos. El vuelo prosiguió y el avión aterrizó sin problemas.

Una vez difundida la noticia, la compañía aérea revisó todos los sistemas del avión y aseguró que sólo se había producido un pequeño problema en el sistema de vídeo de la nave.

Molestias preventivas

De momento, han producido más molestias las medidas preventivas tomadas que los fallos directos en el cambio de fecha. Un ejemplo: los trenes pararon en la mayoría de países en torno a la medianoche para evitar problemas.

En naciones que estuvieron bajo la influencia soviética, como Hungría y la República Checa, hubo hasta el último momento cierta preocupación por el comportamiento de las centrales nucleares. Todo fue bien. En Budapest lo único que enturbió la fiesta fue la densísima niebla que se apoderó de la ciudad.

La satisfacción por superar la primera prueba no debe hacer que se baje la guardia. "Hay que ser prudentes porque la partida aún no está ganada", subrayó ayer un portavoz del Club Informático de Grandes Empresas de Francia. La puesta en marcha de las industrias y las empresas de servicios mañana, primer día laborable, supondrá la segunda gran prueba general.

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