La guerra gana "la primera vuelta" de las presidenciales
Putin se ha subido al más temible de los cuatro caballos del Apocalipsis (el de la guerra) y, galopando sobre él, ha ganado ya la primera vuelta de las presidenciales. Eso fueron las legislativas del 19 de diciembre. Ese día, Unidad, una invención del Kremlin al servicio del primer ministro, sin programa ni ideología definidas, se convirtió en la auténtica ganadora, sólo por detrás de los comunistas.Unidad, que dirige el ministro para las Situaciones de Emergencia, Serguéi Shoigú, es un apéndice de Putin, un instrumento al servicio de sus ambiciones presidenciales. Su líder lo reconoce abiertamente.
Las legislativas fueron el ensayo general de las presidenciales. Unidad contó con un apoyo oficial sin límites, con la propaganda descarada de la televisión estatal, con dinero de los oligarcas y con un juego sucio contra su gran rival: el movimiento Patria-Toda Rusia, que encabezan el exprimer ministro Yevgueni Primakov y el alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov. Hace apenas medio año, Primakov encabezaba las encuestas de intención de voto para las presidenciales. Hoy, Putin cuadruplica su popularidad. En cuanto a Luzhkov, se puede dar con un canto en los dientes por haber conseguido la reelección en la capital rusa.
Putin casi se ha librado de ambos, y no se ve en el horizonte nadie que le pueda hacer sombra. Incluso se ha dado la paradoja de que apenas se vertió basura sobre los comunistas durante la campaña, tal vez porque está claro que el poder real no radica en la Duma, sino en el Kremlin, y porque nadie piensa que el líder rojo, Guennadi Ziugánov, pueda ganar la presidencia.
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