_
_
_
_

Defensa planea crear una red de satélites militares españoles

Miguel González

El Ministerio de Defensa planea poner en marcha una red de satélites militares, tanto de comunicaciones como de observación, que serían fabricados en España con el apoyo tecnológico de un socio extranjero. El primer paso, que debe darse en los próximos meses, pasa por la decisión de fabricar dos satélites de comunicaciones exclusivamente militares y abandonar el programa Hispasat, dedicado también a transmisiones civiles y de televisión.

A finales de 1997, el satélite Hispasat 1A sufrió una avería que dejó fuera de servicio los dos traspondedores dedicados a comunicaciones militares. El problema no ha podido ser subsanado y dichas comunicaciones se mantienen actualmente a través de la carga gubernamental del Hispasat 1B, aunque no hay garantías de que, en caso de un nuevo fallo, funcione la duplicidad prevista para asegurar su continuidad.Esta situación llevó al Ministerio de Defensa a plantearse la necesidad de contar con una red propia de satélites. Hispasat se ha decantado cada vez más hacia actividades comerciales y su tercer satélite, el 1C, cuyo lanzamiento está previsto para febrero, no lleva carga gubernamental. Además, Defensa considera que con los aproximadamente 3.000 millones que dedica anualmente a comunicaciones por satélite -el alquiler del Hispasat se ha revisado a la baja- podría obtener mejores prestaciones y contar con una plataforma concebida expresamente para satisfacer sus necesidades. Desde Defensa se argumenta que el beneficio industrial del Hispasat es muy limitado pues, pese a la colaboración de algunas empresas españolas, la fabricación de los satélites ha corrido a cargo de las francesas Matra y Aerospatiale.

El objetivo es aprovechar la experiencia adquirida en el Minisat 01 -un minisatélite lanzado en abril de 1997 que no ha tenido continuidad- y en los programas internacionales en los que participa España para consolidar una industria nacional del espacio. Los satélites que proyecta Defensa estarían más cerca de los 200 kilos que pesa el Minisat que de las 2,2 toneladas del Hispasat.

Pese a ello, se reconoce que hay que buscar un socio tecnológico y que probablemente el primero de los dos satélites de comunicaciones previstos deberá fabricarse fuera de España. Los socios que se barajan son la firma norteamericana Loral, filial de Lockheed Martin; la franco-británica Matra Marconi Space, propiedad de Aerospatiale Matra y de British Aeroespace, y la israelí IAI.

Fuentes críticas con el proyecto alegan que los 27.000 millones de presupuesto estimado no incluyen las cargas financieras y los seguros, ni los costes derivados de lanzar y operar los satélites. Se trata, además, de una operación de alto riesgo, pues Defensa debería asumir cualquier fallo, pasando de mero usuario a responsable último del programa.

La red de satélites militares vaciaría de sentido la presencia del Ministerio de Defensa en la sociedad Hispasat, de la que posee el 18,20%, aunque a medio plazo podría continuar como accionista, pese a dejar de ser cliente.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

En principio, según las fuentes consultadas, el Ministerio de Industria no se opone al proyecto. Más dudas plantea quién debe hacerse cargo de su dirección. Defensa pretende que sea el Instituto de Técnica Aeroespacial (INTA), que recuperaría protagonismo tras la cancelación de programas como el lanzador Capricornio y el frenazo al Minisat.

La decisión debe tomarse en breve pues la vida útil del Hispasat acaba en el 2003 y la fabricación de un satélite se estima en casi dos años. En cambio, hay menos prisa para decidir si se pone en marcha un programa de satélites de observación militar.

España cuenta con una participación minoritaria (6%) en el Helios 1, junto con Francia e Italia, pero sus resultados no satisfacen totalmente las aspiraciones del Ministerio de Defensa y la fabricación de un satélite espía español supondría, según sus promotores, el verdadero salto tecnológico y estratégico.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_