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DESASTRES EN EUROPA

Las inundaciones, nueva amenaza tras el paso del temporal Lothar

Mientras la tempestad que se abate sobre Europa va amainando tras haber dejado a su paso más de 120 muertos, el riesgo de inundaciones ha sustituido al peligro provocado por las fuertes ráfagas de viento. En Alemania, donde la cifra provisional de muertos es de 17, el río Rin amenaza con desbordarse en diversos tramos. Hacia el Sur, en Suiza, Austria e Italia, las comunicaciones por carretera se han vuelto caóticas y los cortes de suministro eléctrico en diversas localidades se han repetido.

El mal estado del pavimento ha provocado decenas de accidentes de automóvil y la nieve fresca acumulada en las cumbres ha multiplicado el riesgo de aludes. En Suiza, donde el paso del Lothar se ha saldado con 12 víctimas mortales, el aeropuerto de Ginebra tuvo que ser cerrado durante algunas horas e incluso las comunicaciones telefónicas de la ciudad resultaron afectadas por la caída del tendido.

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Al norte de Bélgica, en Flandes, las intensas lluvias han provocado el desbordamiento de ríos y canales, aunque las autoridades han destacado que la situación permanece bajo control, eso sí, "relativamente".

Los efectos de la tempestad Lothar se han dejado sentir también en el este de Europa, y, si bien no lo ha hecho con la fuerza con que penetró en el continente a través de Francia, sí se ha encontrado con unas infraestructuras peor preparadas que en Europa occidental.

En la capital búlgara, Sofía, numerosas calles del centro aparecieron ayer inundadas debido al agua caída durante las últimas horas, mientras que en la región rumana de los Cárpatos casi 150 subestaciones de alta tensión han sufrido averías porque numerosas localidades se han visto privadas de electricidad durante un prolongado periodo de tiempo.

Víctimas del terremoto

En Turquía, más de cien tiendas de campaña en las que estaban refugiados desde el pasado mes de agosto, supervivientes de los violentos terremotos que devastaron el país resultaron destruidas por la furia del viento y la lluvia, según destacó la agencia oficial Anatolia.

Desde que se produjeron los seísmos, miles de personas viven en verdaderas ciudades formadas sólo por tiendas de campaña en el noroeste del país. Entre las tiendas destruidas había una que era utilizada como comisaría de policía. Aunque nadie resultó herido, las autoridades turcas han tomado algunas medidas de precaución, como cortar el suministro eléctrico en determinadas zonas, para evitar la generación y propagación de incendios.

Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, ha enviado una carta a los presidentes de Francia y Alemania en la que ofrece el socorro de la Unión Europea para ayudar a paliar los extensos daños causados por la violencia del temporal.

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