La Filmoteca Española rinde homenaje a Edgar Neville al cumplirse el centenario de su nacimiento
Nacido el 28 de diciembre de 1899, festividad de los Santos Inocentes, y muerto el 23 de abril de 1967, Día del Libro, el madrileño Edgar Neville es uno de los grandes cineastas españoles, además de popular dramaturgo y poco conocido novelista. Con motivo del centenario de su nacimiento, la Filmoteca Española le rinde homenaje con la proyección de casi todas sus películas. En total escribió y dirigió 22 entre 1935 y 1960.Una excepcional ocasión para descubrir o redescubrir las mejores y más variadas producciones de Edgar Neville: la trilogía de personales narraciones policiacas madrileñas integrada por La torre de los siete jorobados (1944), Domingo de carnaval (1945) y El crimen de la calle de Bordadores (1946). La comedia La vida en un hilo (1945), más tarde convertida en famosa obra teatral. El sórdido drama realista Nada (1947), adaptación de la novela de Carmen Laforet, muy cortado por la censura del general Franco. La biografía histórica El marqués de Salamanca (1948), producida con motivo del centenario de la construcción del primer ferrocarril en España. La divertida comedia de costumbres El último caballo (1950), que encierra una diatriba contra el progreso y una alabanza del pasado. El original musical Duende y misterio del flamenco (1952), interpretado por el famoso bailarín Antonio. Y su última película, Mi calle (1960), historia de una calle madrileña durante cuarenta años, demasiado afectada en su última parte por la censura y la autocensura.
Hijo de un ingeniero británico llegado a España para construir los primeros ferrocarriles y de la condesa de Berlanga de Duero, la infancia y la adolescencia de Edgar Neville transcurren entre el pueblo valenciano de Alfafar y San Sebastián, donde alterna con la alta burguesía de la época.
Viaje a Hollywood
Licenciado en Derecho, en 1924 Neville ingresa en la carrera diplomática y en 1927 es destinado a Washington. Aprovecha su estancia en Estados Unidos para viajar repetidamente a Hollywood, hacerse amigo del mítico actor, productor y director Charles Chaplin, así como de los famosos actores Mary Pickford y Douglas Fairbanks, trabajar en las versiones castellanas de las películas producidas por los grandes estudios, en una época en que no se había comercializado el doblaje y aprender la técnica de las películas sonoras.
De regreso a España, y tras colaborar en los guiones de La traviesa molinera (1934), de su amigo Harry d'Abbadie d'Arrast, y Rumbo a El Cairo (1935), del cosmopolita Benito Perojo, Edgar Neville debuta como director con El malvado Carabel (1935), primera adaptación de la novela homónima de Wenceslao Fernández Flórez, y La señorita de Trevélez (1936), primera versión de la obra teatral del mismo título original de Carlos Arniches. Al mismo tiempo comienza su amplia producción literaria como articulista, novelista y dramaturgo, de la que cabe destacar la novela Don Clorato de Potasa (1929) y la obra de teatro Margarita y los hombres (1934).
Colaborador de las revistas de humor Gutiérrez, La Ametralladora y La Codorniz, entre la amplia producción literaria de Neville durante la posguerra pueden citarse las colecciones de relatos Frente de Madrid (1941), la novela Producciones García, SA (1956), sobre el mundillo del cine español de la época, y las obras de teatro Veinte añitos (1954), El baile (1955), Alta fidelidad (1957), La extraña noche de bodas (1963) y Tiempos mejores. Además, un viejo guión de Edgar Neville es origen de Novio a la vista (1954), de Luis García Berlanga.
A pesar de la calidad y la variedad de las películas de Edgar Neville, en su momento es despreciado por la crítica, tiene repetidos problemas con la censura del general Franco y es muy poco conocido por el público. Por ello abandona el cine por el teatro, donde siempre es mucho más considerado.
Filmoteca Española. Santa Isabel, 3. Metro Antón Martín. Consultar cartelera. Entrada, 225 pesetas. Abono para 10 sesiones, 1.700 pesetas.
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