La reforma laboral alcanza los dos millones de contratos fijos tras 2,5 años de vigencia

Diciembre se va a cerrar con dos millones de contratos estables acogidos a la reforma laboral pactada por la patronal CEOE y los sindicatos UGT y CCOO en mayo de 1997. En estos dos años y siete meses de vigencia del acuerdo se ha producido un importante tirón de la contratación indefinida, y mientras que en los 10 años anteriores suponía entre el 4% y el 5% del total de contratos registrados en el Inem, se ha colocado en casi el 10%. Sin embargo, el punto de partida era tan alto que la tasa de temporalidad apenas ha bajado y se sitúa en el 33,3% de los asalariados.

La modalidad de contrato estable ha permitido que una parte importante de los puestos de trabajo que se han creado en este periodo sean indefinidos. En concreto, suponen el 69% del nuevo empleo asalariado creado, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA). Los empresarios han recurrido a esa fórmula por la buena coyuntura económica, las facilidades que tiene por la vía de las bonificaciones, y sobre todo, por haber eliminado el tabú de la cuantía del despido. Sin embargo, siguen apostando mayoritariamente por la contratación temporal porque es más barata y porque les da más ventajas de gestión.En este periodo han suscrito dos millones de contratos estables acogidos a la reforma, con una intensidad mayor que en la etapa previa, pero a la vez se han registrado en el Inem casi 20 millones de contratos temporales, aunque con un alza inferior. La parte positiva es que se ha avanzado hacia una mayor estabilidad en el empleo; la negativa es la persistencia de la temporalidad y la rotación de asalariados en el mismo puesto de trabajo.

El efecto es que la tasa de temporalidad apenas ha variado y en estos momentos supone un 33,3% de los asalariados con una bajada de 0,8 puntos. Eso supone que supera en 22 puntos la media comunitaria, según datos elaborados por la secretaría de acción sindical de UGT, que dirige Toni Ferrer.

Evolución por sectores

Los datos recopilados en un informe del gabinete técnico de CCOO y por UGT reflejan que existe una evolución muy diferente en el sector privado y en el público, ya que en el primero la tasa de temporalidad ha bajado del 39,6% al 36,2%, y en el público ha subido del 15,5% al 19,3%.

La EPA refleja también que entre finales del segundo trimestre de 1997, cuando entra en vigor la reforma, y el último dato disponible del tercer trimestre de 1999, el total de asalariados con contrato indefinido ha pasado de 6.387.600 a 7.321.700. Los contratados temporales suben de 3.238.500 a 3.657.600. La ventaja en términos absolutos es claramente favorable para los trabajadores fijos, con un incremento de 934.100, mientras que el de temporales es de 419.100, pero en porcentaje la diferencia es muy inferior, y supone el 14,6% y el 12,9%, respectivamente.

CCOO interpreta que el acuerdo ha funcionado porque el Gobierno lo asumió e introdujo bonificaciones para los empresarios que utilizan el nuevo contrato estable. Eso ha provocado un aumento del empleo fijo, aunque no ha logrado que deje de crecer el temporal, lo que a juicio de esta central debe tenerse en cuenta para mejorar la eficacia en futuros desarrollos del pacto. Según sus cálculos, "por cada empleo temporal que se crea, el empleo indefinido tiene que crecer en dos puestos de trabajo, sólo para que la tasa de temporalidad no aumente". Asimismo otro aspecto negativo que detecta es que el contrato estable no ha funcionado en algunos sectores, como la construcción.

Respecto a los datos registrados en el Inem, en 1999 se han firmado 1,2 millones de contratos indefinidos, y han pasado del 8,4% en 1998 al 9,2%. Esa mejora se debe al aumento de contrataciones estables antes de mayo, momento en que se reducen las bonificaciones empresariales, y al alza de contratos fijos a tiempo parcial, reformados a principios de este año.

Duración de los temporales

Los contratos temporales han sido 12,1 millones, con un aumento del 13% respecto a 1998. La UGT detecta que la duración media de esos contratos se ha reducido y ha aumentado la rotación en el empleo. De forma que prácticamente el 60% de la contratación temporal tiene una duración inferior a un mes, el 83% dura menos de tres meses y sólo el 1,7% supera los seis meses.

Las empresas de menos de 50 trabajadores son las que han utilizado con mayor intensidad los contratos indefinidos (casi el 70% del total), mientras que las de más de 100 trabajadores han hecho un uso mucho menor.

Para los sindicatos, los puntos flacos de la reforma les llevan a plantear que son necesarias medidas de carácter normativo y administrativo (de inspección, de control) y de negociación, que fundamentalmente fueran a apuntalar dos cuestiones: la limitación de la temporalidad y la penalización del uso abusivo de la contratación temporal. En otras palabras, establecer indemnizaciones para la contratación temporal, de manera que se equipare con la fija.