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El empresario textil Alberto Catalá sustituye hoy a Baixauli al frente de la Feria de Valencia. ¿Quién nombra al presidente?

El patronato de la Feria de Valencia elegirá hoy al nuevo presidente de la entidad. Tras la salida forzada de Antonio Baixauli, el empresario textil Alberto Català ocuparà la presidencia. El patronato tenía previsto reunirse hoy antes de que se produjese la renuncia de Baixauli para aprobar las cuentas de este ejercicio y el presupuesto para el 2000. La dimisión de Baixauli, que se hará efectiva hoy tras anunciarla en el comité ejecutivo del martes, ha llevado a Rita Barberá, alcaldesa de Valencia y presidenta del patronato, a convocar una reunión extraordinaria para la elección.

El empresario textil Alberto Catalá, de 45 años y propietario de la empresa Rafael Catalá, ubicada en la localidad de Paiporta, y miembro del comité ejecutivo del certamen Textilhogar, será el que ocupe la presidencia. Catalá, que llega a este puesto propuesto por la Generalitat, es una persona del entorno familiar del presidente del Gobierno, José María Aznar, a través de su esposa, Ana Botella (un hermano suyo está casado con una hermana de la esposa de Aznar). Hasta ahora, Catalá no ha desempeñado ningún cargo de responsabilidad en el mundo empresarial. Fuentes feriales señalan que la presidencia que ejerza Catalá será sustancialmente distinta a la que ha llevado adelante Baixauli, sobre todo por lo que se refiere a las horas de permanencia en el complejo ferial en detrimento de la propia empresa. La empresa del presidenciable afronta, de hecho, una ampliación, con nuevas instalaciones en la localidad de Albuixech, lo que supone una mayor dedicación a la empresa por parte de Catalá.Esta circunstancia condicionará también la elección del director general que sustituirá a Rafael Olcina, a quien todas las fuentes sitúan fuera de la institución. La candidatura de Rafael Aznar -actual consejero del Puerto de Valencia para la Zona de Actividades Logísticas (ZAL)- se da por descartada. Fuentes feriales señalan que se están barajando otros nombres, con la finalidad de nombrar dos directores, uno dedicado a los certámenes y otro con el objetivo de llevar adelante las obras de modernización. Otra posibilidad es nombrar a un director y un subdirector. Esta opción permitiría que uno de estos dos cargos lo ocupase un directivo de dentro de la casa, lo que evitaría las situaciones provocadas por el desconocimiento del funcionamiento interno de la institución. Este aspecto ha sido el principal problema de la gestión de Rafael Olcina, que le ha costado numerosos enfrentamientos durante los algo más de tres años que ha estado en la dirección. La elección del sustituto o sustitutos de Olcina se producirá en un comité ejecutivo que se celebrará tras la elección del nuevo presidente. Un órgano que también deberá renovarse, ya que parte de sus miembros se nombran a propuesta del presidente de la institución.

El principal objetivo del nuevo equipo de la Feria de Valencia será sacar adelante la ampliación del recinto, bloqueado en parte por la negativa del Consell a que Baixauli capitalizase esas obras, para las que se estima una inversión de unos 30.000 millones de pesetas. El consejero de Industria, Fernando Castelló, no tiene ahora excusa para rehuir un compromiso en esa ampliación, después de haber logrado la renuncia de Baixauli.

El enfrentamiento entre el presidente de la Feria de Valencia, Antonio Baixauli, y su homólogo en la Cámara de Comercio de Valencia, Arturo Virosque, ha sido clave en la situación actual. El descontento de los representantes camerales con la gestión de Baixauli, así como el deseo de Virosque de tener mayor poder de decisión en el seno de la Feria de Valencia -como ocurre con sus homólogos en las ferias de Barcelona y de Madrid- aumentaron la tensión en el comité ejecutivo de la institución, excusa que utilizó el Consell para presionar a Baixauli y lograr situar en la cúpula ferial a una persona de su entera confianza: no se puede depositar en unos órganos inestables un proyecto tan importante como la ampliación.

La fuerte marejada que ocasionó la reclamación de Virosque de que la Cámara nombrase al presidente de la feria ha acabado con la dimisión de Baixauli, que llegó a la feria a propuesta de la patronal provincial. Pero Virosque no ha conseguido que sea la institución cameral la que nombre al presidente de Feria Valencia, ya que Alberto Catalá que llega a la institución propuesto por el Consell. Fuentes empresariales reclaman ahora de Virosque la misma actitud que sostuvo con el anterior presidente de la Feria de Valencia.

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