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Entrevista:MONCHO - CANTANTE DE BOLEROS

"Sólo me veo cantando al amor, y lo haré hasta que me muera"

Pocos artistas españoles pueden presumir de haber editado 32 discos a lo largo de una carrera profesional de 35 años. Moncho, nombre artístico de Ramon Calabuig, en cambio, no parece darle mucha importancia a la cifra y presenta ahora su disco número 33 con con una gran naturalidad. Quédate conmigo, título de su nueva grabación, acaba de publicarse en un nuevo sello discográfico, Drac, que pertenece a la multinacional Virgin, pero gestionado artísticamente desde Barcelona.Quédate conmigo marca un importante paso adelante en la carrera discográfica de Moncho, pero sin cambiar ninguno de los planteamientos esenciales que le han convertido en una auténtica institución de la canción romántica y, muy especialmente, del bolero. "A la gente le pueden gustar otros tipos de música, pero en los momentos en los que estás con tu pareja tranquila e íntimamente un bolero puede ayudar mucho", afirma sonriendo maliciosamente Moncho, al que apodan el gitano del bolero. "Curiosamente se me relaciona siempre con el bolero", dice, " pero en mi nuevo disco sólo hay dos boleros, el resto son canciones de amor, porque, eso sí, yo soy un cantante que le canta al amor y le seguiré cantando al amor hasta que me muera. No me veo, por ejemplo, cantando rock. No digo que no pudiera hacerlo, me considero un todoterreno musical, pero no me siento identificado. Donde puedo volcar todo mi sentimiento es diciendo un bolero o una canción de amor. Esos son temas que se han de decir más que cantar, porque son poesía, y la poesía según como la digas llega más o menos a la gente. Un bolero explica una historia que le puede haber pasado a tu vecino, y según como la expliques emocionará más o menos a la gente. Una historia siempre de amor. Yo sólo me veo cantándole al amor".

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Del olvido a la normalización

A pesar de esta dedicación casi exclusiva al bolero y, por extensión a la canción romántica, Moncho empezó a cantar profesionalmente rumba catalana. "Mi primer disco en 1965 tenía sólo rumbas", explica. Cosa casi natural si tenemos en cuenta que Moncho nació en el barrio barcelonés de Gràcia, cuna de la rumba catalana, y que de niño cantaba en las fiestas acompañado por el recientemente fallecido Antonio González, El Pescaílla, pa-dre incontestable de la rumba catalana.

Moncho sonríe entrañablemente recordando aquellos momentos. "El Pescaílla y su hermano me acompañaban a la guitarra cuando yo tenía 12 años. En realidad, yo cantaba boleros y ellos me acompañaban con ritmo de rumba lenta. La gente se volvía loca". Lo curioso es que a finales de la década de los cincuenta un crío gitano barcelonés rodeado de rumberos optara por el bolero. "Realmente es raro, ni siquiera yo puedo explicármelo", dice Moncho. "Cuando de niño oía por la radio un bolero de Jorge Sepúlveda o Antonio Machín se me caía la baba, y eso no me sucedía con otras músicas, ni siquiera con la rumba o el flamenco, que me gustaban pero con los que no me sentía identificado".

Tras ese primer disco de rumbas -"que por suerte pasó inadvertido", explica aliviado-, Moncho pudo centrarse en su verdadera pasión: el bolero. "Mi primer bolero en 1965 fue Llévatela, de Manzanero. La escribió para mí, pero después la ha grabado mucha gente. Sigue siendo mi bolero y todavía lo canto en mis conciertos". Armando Manzanero sigue siendo un nombre que no debe olvidarse, según Moncho, pero ahora tiene los ojos puestos en el joven compositor panameño Pedro Azael. "Rubén Blades ganó un Grammy con una canción suya y yo he incluido dos de sus composiciones en mi disco", explica.

Un disco que, además de boleros y canciones románticas, incluye un buen número de colaboraciones: Joan Manuel Serrat, Ketama, Dyango, Mayte Martín y Eliades Ochoa secundan a Moncho en Quédate conmigo. "Procuré que los dúos fueran dispares porque me gusta cantar un bolero con gente que normalmente canta otras cosas. Además, todos son amigos. A Serrat, por ejemplo, le conozco desde que éramos pequeños porque su padre y el mío trabajaban en la compañía del gas, y con Antonio Carmona, de Ketama somos compadres, voy a apadrinar a su próximo hijo". No se han hecho realidad dúos con Rosana, que ha escrito dos canciones para el disco, y Alejandro Sanz, cuya discográfica y la de Moncho lo impidieron.

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