Sin casa por un fallo médico

Un juzgado de Alicante ha decretado el embargo de los bienes de Asunción Arinero, pensionista de 60 años, para hacer frente a las costas, 9.690.000 pesetas, de un asunto que perdió contra una clínica de rehabilitación.La desgraciada historia de Asunción arrancó con una caída en la calle que le produjo rotura de ligamentos y menisco de una rodilla. Superó una intervención quirúrgica y acudió para su rehabilitación a la Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado (Muface). Según su declaración, en una clínica colaboradora de la mutualidad le rompieron la rodilla, por lo que precisó una nueva operación. Aconsejada por el doctor que la intervino por segunda vez, denunció a la clínica de rehabilitación. Alegó que la enfermera que la atendió carecía del título oficial, pero "mintieron en el juicio diciendo que ésta sólo se ocupaba de atender el teléfono y abrir la puerta", asegura.

Contrató a una agencia de detectives para que comprobara si la enfermera se extralimitaba en sus funciones. La investigación reveló que la enfermera colaboraba en la rehabilitación de los pacientes, pero el juzgado no llamó a declarar a los detectives. La sentencia indica que las complicaciones en la rodilla de la mujer son producto de una mala evolución de la lesión. Enferma y divorciada, Asunción vive de una pensión no contributiva por invalidez de 30.000 pesetas más otras 30.000 que le pasa su ex marido. El día 1 de enero se quedará sin casa.