El presidente de Italia encarga a D'Alema formar nuevo Gobierno

Massimo D'Alema, primer ministro italiano dimisionario, recibió anoche el encargo del presidente de la República, Carlo Azeglio Ciampi, de formar un nuevo Gobierno de centro-izquierda con la actual mayoría que lo sostiene. Será el Ejecutivo número 57 desde la II Guerra Mundial, pero sobre él planeaban ayer numerosas dudas, sobre todo, por la decisión que tomarán finalmente los socialistas y sus socios de El trébol -apenas 16 diputados en total-, cuyos votos puede que no necesite la coalición de centro-izquierda, aunque tampoco desea prescindir de ellos.

D'Alema confirmó anoche, en una breve intervención en el palacio del Quirinal (sede de la presidencia de la República) tras recibir el encargo de Ciampi, que se dispone a cerrar "con la máxima rapidez" la actual crisis, nombrando a los nuevos ministros. Esta decisión, aseguró con una mano tendida a los socialistas, no impide "mantener el diálogo requerido".Antes de convocar a D'Alema al Quirinal, el jefe del Estado italiano se pronunció, en un encuentro con altas jerarquías de la República, a favor de una reforma de la ley electoral, un paso que "en muchos sectores se tiene como necesario y urgente", dijo Ciampi, "y que puede favorecer una mayor estabilidad y autoridad del Gobierno".

Esta reforma de la ley electoral es, sin embargo, uno de los escollos de fondo en el diálogo con el Sdi -partido heredero del PSI de Bettino Craxi-, y que es el responsable de la actual crisis, tras poner en discusión de forma abierta el liderazgo de D'Alema. Ayer, su actual líder, Enrico Boselli, se negó a garantizar el voto en el Parlamento a un Gobierno D'Alema-bis, tal y como se está configurando, por considerarlo "un Gobierno débil, dominado por el transformismo".

Los socialistas querían un poco más de tiempo para discutir algunas cuestiones programáticas con el Olivo reforzado, entre ellas la de la ley electoral, en la que quieren preservar la cuota proporcional. Una propuesta que fue bien acogida por el líder de la oposición, Silvio Berlusconi. Queda también abierta la espinosa cuestión de la comisión bicameral para estudiar el fenómeno de corrupción política conocido como Tangentopoli, reclamada por Boselli y a la que D'Alema no está dispuesto a dar su consentimiento.