_
_
_
_
EL JUICIO POR EL 'CASO LASA-ZABALA'

Dorado niega que matase a Lasa y Zabala y ofrece una coartada para que Bayo se retracte

El ex sargento de la Guardia Civil Enrique Dorado Villalobos, acusado como autor material del secuestro y asesinato de los etarras José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala, proporcionó ayer una coartada al ex cabo Felipe Bayo, al señalar que éste le acompañó a inspeccionar el lugar de un atentado en el que murió un guardia civil a la misma hora en la que supuestamente en Francia estaban siendo secuestrados los dos etarras. En agosto de 1997, Bayo declaró que junto a Dorado había interrogado en el palacio de La Cumbre a Lasa y Zabala, por orden del general Enrique Rodríguez Galindo.

Más información
Las piezas del "puzzle"

Bayo había intentado con ello obtener la libertad provisional, ya que junto con Dorado permanece en prisión preventiva, pero al no obtenerla, en marzo de este año se retractó.Rodríguez Galindo y sus hombres han formado un entramado de coartadas, ya que unos avalan a otros. No hay duda de que Galindo y el ex gobernador Julen Elgorriaga estuvieron en Mondragón y Oñate (Guipúzcoa) la noche del 15 de octubre de 1983. A partir de ahí Galindo ha declarado en el juicio que vio en la zona al entonces capitán y hoy teniente coronel Ángel Vaquero y al entonces teniente Fidel del Hoyo, aunque no vio a Dorado y Bayo. Vaquero ha declarado que habló en el lugar del atentado con Del Hoyo y Dorado, pero que no recuerda que viera a Bayo. Ayer, Dorado ofreció el nexo que faltaba. El ex sargento declaró que fue al lugar del atentado con Bayo y que estuvo con él toda la noche realizando una "inspección ocular". Incluso agregó que volvieron juntos, cuando ya había amanecido. Dorado agregó que él conducía y que como se quedó dormido al volante, Bayo tuvo que pegar un volantazo.

Sin embargo, en la cinta grabada en la prisión de Alcalá el 4 de abril de 1997, durante una visita de Vaquero y el ex gobernador José Ramón Goñi Tirapu a Dorado y Bayo, Dorado decía a Vaquero: "Yo estaba en el atentado, según usted, y según Fidel del Hoyo, y él [por Bayo] estaba conmigo. Él no me conocía mucho porque estaba recién llegado, pero yo era testigo de que estaba conmigo. Otra cosa es que llegamos a las cinco de la mañana al Palacio de la Cumbre a interrogar a estas personas [a Lasa y Zabala]. Él estaba conmigo".

De esa forma Dorado y Bayo intentaban hacer creer al juez que ellos sólo habían participado en el interrogatorio de los etarras por orden de sus superiores, pero no habían intervenido ni en el secuestro, ni en las muertes. Dorado no llegó a comparecer ante el juez para defender esa versión, pero sí lo hizo su compañero Bayo, que posteriormente rectificó.

La coartada ofrecida ayer por Dorado y la afirmación de éste de que jamás ha estado en La Cumbre, avalan que Bayo mantendrá ahora la misma versión que él: nunca supieron nada de Lasa y Zabala y no participaron en su interrogatorio en La Cumbre.

Dorado admitió que se enteró por la prensa de la versión de Bayo de que ambos estuvieron interrogando a los etarras en La Cumbre. A este respecto aseguró: "La verdad no existe, no hay verdad, porque no hemos hecho eso". El ex sargento dijo ayer que Bayo llegó a San Sebastián en 1983 y que le asignaron a su grupo, aunque precisó inmediatamente que no había grupos antiterroristas estables.

El acusado no quiso hablar de sus condenas por cohecho, torturas y robo y negó que hubiera contado en 1985 en el Monte Igueldo de San Sebastián al confidente Pedro Luis Miguéliz, Txofo, que hubieran hecho desaparecer a Lasa y Zabala. "Nunca, porque no he hecho nada de eso, jamás", apostilló.

Réplica a Iruin

Dorado rechazó contestar a las preguntas de las acusaciones particular y popular. A Iruin, que representa a las familias de los etarras, le espetó: "No quiero contestar a este letrado. Parte de mi trabajo era asistir a manifestaciones ilegales en las que le he visto gritar "ETA, mátalos", y ETA mataba a guardias civiles, mujeres y niños". Iruin replicó calificando las afirmaciones de Dorado de "falsedad evidente".

Nada más iniciarse la sesión, el tribunal rechazó la recusación del presidente Siro García que había formalizado el abogado Jorge Argote y su defendido el teniente coronel Vaquero.

La ponente, Manuela Fernández de Prado, leyó una resolución en la que señalaba que no cabe recusación alguna una vez iniciado el juicio, salvo que exista un motivo sobrevenido. La magistrada añadió que basar una recusación en la forma de dirigir el juicio el presidente del tribunal implica un fraude de ley porque ello supondría dejar a las partes la interpretación de la regulación de las facultades presidenciales.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_