ETA cobra 50 millones a un exsecuestrado y extorsiona por carta a otros 30 empresarios

El anuncio oficial de ruptura de la tregua por parte de ETA ha engrasado el aparato de extorsión de la banda. Los responsables de la lucha antiterrorista tienen constancia de que un empresario que en su día fue secuestrado por ETA ha hecho efectivo recientemente un pago de 50 millones de pesetas cuya entrega aplazada pactó con sus secuestradores antes de la liberación. El Ministerio del Interior también tiene en su poder media docena de cartas de las más de 30 que ETA ha remitido en las últimas dos semanas reclamando el denominado impuesto revolucionario.

ETA todavía no ha puesto en práctica su amenaza de volver a cometer atentados, pero el mero anuncio de que la tregua mantenida durante 14 meses está oficialmente rota desde el pasado 3 de diciembre ha sido suficiente para que el miedo vuelva a calar en algunos sectores de la sociedad vasca. Aunque la organización terrorista nunca renunció a la extorsión para mantener saneadas sus finanzas, ésta resulta mucho más efectiva cuando cuenta con el respaldo de las pistolas.Consciente de ello, ETA ha enviado en las dos últimas semanas una nueva remesa de cartas en las que reclama el pago del impuesto revolucionario. Media docena de ellas han llegado a manos del Ministerio del Interior, pero sus responsables estiman que las remitidas son muchas más, por encima de 30.

Al contrario de lo sucedido en noviembre pasado, cuando ETA envió mensajes recordatorios a personas a las que ya había exigido con anterioridad una contribución económica sin que la hubieran satisfecho, esta vez las víctimas son ciudadanos a los que la banda no había extorsionado hasta ahora, por lo que intenta ampliar su base de contribuyentes.

La conducta de ETA es siempre la misma: empieza con una petición de dinero relativamente aséptica, con amenazas veladas, a la que siguen, si no se atiende su demanda, dos requerimientos en un tono cada vez más amenazador y apremiante.

Confirmación navarra

El envío de la nueva remesa de cartas fue confirmado ayer a Europa Press por el presidente de la Confederación de Empresarios de Navarra (CEN), José Manuel Ayesa, quien dijo que las misivas están "en la línea de siempre" y, aunque no cuantificó su número, admitió que son "bastantes y muy recientes".

"Ha habido tregua porque no ha habido sangre, pero la extorsión ha seguido y, mientras hay violencia de algún tipo, no se puede decir que hay tregua", afirmó Ayesa.

El dirigente empresarial se mostró convencido de que se mantiene una actitud de "firmeza" ante el chantaje y de que los extorsionados no pagan a ETA. "Hablo de Navarra", precisó, "porque en otros sitios hay más presión y comprendo las situaciones personales de las personas amenazadas".

Una situación personal especialmente delicada es la del empresario que, según fuentes de la lucha antiterrorista, fue secuestrado en su día por ETA y acaba de hacer efectivo un pago de 50 millones de pesetas cuya entrega aplazada pactó con sus secuestradores. Las fuentes consultadas no quisieron revelar su identidad, pero inscribieron esta conducta en el clima creado por la amenaza de la banda terrorista de volver a matar.

Las últimas detenciones practicadas en Francia confirman que durante los meses de tregua ETA no ha dejado de preparar atentados y recabar información sobre potenciales objetivos. En el piso de Pau (sur de Francia) donde residía la dirigente etarra Belén González Peñalba hasta que fue detenida, el pasado 25 de octubre, se encontraron datos obtenidos del seguimiento del presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, y del exconsejero de Interior y actual presidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa. En la lista de objetivos de la banda terrorista, no demasiado extensa, también se hallaban el diputado del PSOE por Álava, Luis Alberto Aguiriano; el senador socialista por esta misma provincia Javier Rojo, y el delegado del Gobierno en Euskadi, Enrique Villar. El propio Aguriano confirmó anoche a Europa Press que ha sido informado oficialmente de que su nombre había aparecido en la documentación hallada a González Peñalba.

La información, según los expertos del Ministerio del Interior, fue obtenida en Vitoria, en las inmediaciones del Parlamento vasco, aunque no se conoce con precisión su antigüedad, ya que aún no se ha contrastado con los propios afectados.

Los expertos antiterroristas no descartan que ETA mantenga por algún tiempo la actual situación de tregua tácita, si le resulta más rentable políticamente, pero son conscientes también de que aprovechará cualquier resquicio que encuentre, por lo que subrayan la necesidad de no bajar la guardia.