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El Gobierno de París protege a electos vascofranceses ante la amenaza de ETA

Los terroristas advierten al Ejecutivo de Jospin de que podrían actuar en su territorio

Cumplida la media hora, la furgoneta de las CRS (Compañías Republicanas de Seguridad) emerge puntualmente en la plaza de Hendaya. El vehículo aminora la velocidad dando tiempo a inspeccionar la zona y luego se aleja con parsimonia hasta doblar la esquina envuelto en una nube de vapores y humo del tubo de escape. Es así desde hace un par de semanas. Raphael Lassalette, alcalde de Hendaya y socialista, uno de esos hombres a los que no se les conocen enemigos, no es el único de los electos que proteger en este País Vasco francés que contempla perplejo, con una curiosidad y una inquietud nuevas, las noticias que surgen desde el otro lado del muro cultural y político existente en la frontera del Bidasoa.La exigencia de ETA de imponer votaciones en "Euskadi Norte" suscitaría la hilaridad general si no estuviera firmada por una organización terrorista. No faltan los nacionalistas de larga data que consideran disparatado tratar de aplicar aquí la misma estrategia que en el otro lado, gentes que critican la deriva del PNV y el papel de su presidente, Xabier Arzalluz, a quien acusan de haber acabado con toda disidencia y debate interno y de haberse dejado "pillar en la trampa tendida por ETA".

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Más vigilancia

Contra quienes piensan que la amenaza vertida por José Javier Arizcuren Ruiz, Kantauri, ante el tribunal de París es una "baladronada" fruto de la impotencia y la exasperación, el Ejecutivo francés se ha tomado en serio la posibilidad de que ETA trate de atentar, por primera vez en su historia, al otro lado de la muga. "No es sólo una impresión, es que hay también datos, informaciones, que apuntan en esa dirección", señala un alto responsable político francés vinculado al País Vasco. Otras fuentes indican incluso que la organizacion terrorista habría mandado al Ejecutivo de París un mensaje autentificado en el que amenaza claramente con la posibilidad de intervenir en territorio francés. Por si acaso, el ministro de Interior ha reforzado el dispositivo de vigilancia especial con una compañía de las CRS (100 hombres) y puesto protección permanente a un pequeño grupo de electos, entre los que figuran el presidente del partido liberal UDF y del departamento de los Pirineos Atlánticos, François Bayrou; la nueva presidenta del RPR y alcaldesa de San Juan de Luz, Michèle Alliot-Marie, y la ministra para la Mujer y concejal de Ciboure, Nicole Pery.

"No hay miedo físico porque nos resulta impensable que ETA pueda llegar a atentar aquí; lo que hay es miedo intelectual a la dinámica de separaciones y exclusiones que puede irse generando en torno a la reivindicación del departamento vasco, a la infiltración de ideas y planteamientos que podemos considerar protonacionalistas", indica el diputado socialista Jean Espilondo.

Aunque no oculta su rechazo al departamento vasco y cuestiona abiertamente el carácter mayoritario que se le atribuye a esa reivindicación, Chevènement ha terminado por aceptar que las asociaciones de electos favorables se entrevisten el próximo martes con un director adjunto de su gabinete.

"No hay una progresión electoral de las fuerzas nacionalistas, que siguen situadas entre el 5% y el 7%, nunca por encima del 10%, pero sí una mayor impregnación de sus símbolos, esquemas e ideas", sostiene el profesor Pierre Bidart, director del Centro de Investigaciones Antropológicas de Pau. "Hay una tentación de repliegue frente a la modernidad, una moda por lo vasco, un lenguaje muy presente en los medios de comunicación que hablan continuamente del País Vasco Norte y País Vasco Sur", indica este profesor euskaldun. A su juicio, el discurso articulado en torno al departamento oculta lógicas sociales y políticas muy diferentes y prepara un divorcio artificial entre los vecinos del País Vasco y del Béarn, la otra región englobada en los Pirineos Atlánticos.

Reunificación "irreal"

El giro del PNV, partido que ha cultivado siempre las relaciones con los grandes partidos franceses de la derecha, sorprende y preocupa en los medios políticos. Partidario de estrechar los lazos institucionales con el Gobierno vasco pero no del departamento, el eurodiputado de la UDF, antiguo ministro y presidente del distrito Anglet-Bayona-Biarritz, Alain Lamassoure advierte del peligro de que el nacionalismo vasco trate de imponerse al otro lado del Bidasoa. "La visión romántica de la reunificación es irreal. Somos dos realidades políticas y culturales muy diferentes".

En opinión de Lamassoure, el nacionalismo de ese lado de la frontera ha sido importado directamente de España. "Hay una generación de hijos de ETA radicalizada, pero marginal. Si el nacionalismo pretende imponerse aquí cometería un grave error".

Otros muchos electos, favorables o contrarios al departamento, piensan de manera muy similar. Pocos dudan de que ETA-HB trate de embarcarles en su problema. El Pacto de Lizarra, los últimos comunicados de ETA, la unificación entre Gazteriak y Jarrai (organizaciones juveniles independentistas a ambos lados de la frontera) y el propósito del eurodiputado de HB Koldo Gorostiaga de instalar su delegación en Bayona "para representar a todos los vascos" componen una abrumadora colección de pruebas.

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