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El plan del alcalde de ofrecer autobuses gratis en el centro fracasa en su primer día de aplicación

En medio del atasco, un hombre viajaba ayer completamente solo en un autobús a las seis de la tarde por el centro de Madrid. Era uno de los 12 conductores de la línea especial y gratuita puesta en marcha por el Ayuntamiento para fomentar el uso del transporte público durante estas navidades. El conductor recorrió la Gran Vía, la plaza de España, Bailén, Mayor y Sol sin que se subiera nadie. Los otros 11 autobuses corrieron suerte parecida en su estreno. Los usuarios desconocían la existencia del nuevo servicio. Los sindicatos policiales criticaron el plan municipal para evitar atascos en el centro, que se inició ayer y durará hasta el 9 de enero.

Los pocos viajeros que se montaban acorralaban al conductor a preguntas relativas a las paradas de la nueva línea. "No sabíamos nada", decía uno. "No me había enterado", contaba otro. El conductor, un empleado amable, se deshacía en explicaciones. "Casi hay que agarrar a lazo a los viajeros para que suban", explicó a este periódico.Hubo algún usuario que pagó, pues desconocía que la línea fuese gratuita y que para acceder a ella sólo se precisaba enseñar un billete usado de metro o de autobús de ese mismo día. El recorrido circular de estos autobuses es el siguiente: Puerta del Sol, carrera de San Jerónimo, Neptuno, Cibeles, Gran Vía, plaza de España, Bailén y Mayor.

Estos autobuses presentan en su parte frontal, en el lugar por lo general reservado para informar sobre el número de la línea, su origen y su destino, una leyenda: "Servicio Especial de Navidad". Al lado hay otro letrero que sólo reza SE. Nada más indica que se trata de un servicio nuevo y exclusivo para las navidades. En ningún sitio se explica que es gratuito ni su recorrido. Por lo general, tardan tres cuartos de hora en cubrir el recorrido.

En el día del estreno del plan del alcalde contra los atascos, el centro no sufrió un tráfico abundante. De hecho, se registró un 2% menos de circulación que el viernes pasado, según informó la Policía Municipal.

El plan prevé cortar calles y desviar coches si los aparcamientos públicos se llenan. Y eso pasó a las seis de la tarde: una pareja de la Policía Municipal cortó al tráfico con una valla metálica el giro del paseo del Prado a la calle de Alcalá, en plena plaza de Cibeles. Sólo apartaban esa valla para dejar paso a los autobuses y a los taxis. Al resto de vehículos les obligaban a continuar por el paseo de la Castellana en dirección norte. Eso sí, cuando un autobús de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) se cruzaba en dirección Puerta del Sol, los conductores aprovechaban para seguir su estela y así hacer el giro no permitido.

"No se puede pasar"

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Otros dos agentes de la Policía Municipal cortaron por el mismo método la calle de San Bernardo en dirección hacia la plaza de Santo Domingo porque estaba saturada de coches. Los conductores que cruzaban la Gran Vía por San Bernardo eran obligados a girar hacia su izquierda y seguir por la Gran Vía. Algunos de ellos se quejaron a los dos agentes municipales que regulaban el tráfico. "¡Que no se puede pasar por aquí!", le gritó uno de los agentes a un conductor. Éste le contestó: "Tengo que pasar". El policía se mantuvo firme: "Pues no se puede, así que ya puede usted tirar hacia arriba". El conductor, resignado, continuó la marcha por donde le indicó el agente.

Los sindicatos con representación en la Policía Municipal calificaron de "ineficaz, improvisado y precipitado" el plan navideño de cierre al tráfico del centro de la ciudad. Benedicto Escribano, secretario general de la Unión de Policía Municipal, criticó la operación especial de tráfico porque no se ha preparado con suficiente antelación. "La peor parte se la llevan los policías municipales, que aguantan los insultos y las malas caras por la incapacidad del alcalde por tomar decisiones en materia de tráfico con la suficiente antelación", dijo.

Miguel Ángel Alonso, secretario de organización del Colectivo Profesional la Policía Municipal, sindicato mayoritario en el cuerpo, considera que no había nada planificado. "Hay que prepararlo antes de que se produzcan los hechos. Todos los años pasa lo mismo", asegura Alonso. "Además, el policía se ve obligado a realizar un trabajo distinto al suyo y el agente al final queda mal ante el ciudadano porque es el que le dice al conductor que no puede pasar".

UGT y CCOO también censuraron el dispositivo especial de tráfico por "la falta de planificación de las autoridades municipales". El edil de Circulación del Ayuntamiento de Madrid, Fernando Martínez-Vidal, del PP, rechazó las acusaciones: "Llevamos un mes informando sobre el plan y está dando resultado, porque, aunque sólo sea por miedo, la gente se plantea más venir al centro en coche y coge masivamente el metro".

El grupo municipal de IU pidió ayer que tanto la Puerta del Sol como sus aledaños se cierren al tráfico y sean sólo de uso para peatones. Inés Sabanés, portavoz de IU, consideró que el plan del alcalde "es ineficaz y escaso".

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