Fracasa la primera experiencia de una subasta de arte por Internet
Un 'picasso' fue retirado por dudas sobre su autenticidad
La primera subasta de obras de arte por Internet, que ofreció a la venta cerca de 300 obras entre el 26 de noviembre y el 6 de diciembre, estuvo lejos de lograr un éxito. La experiencia de la web francesa Nart.com estuvo plagada de problemas técnicos y de seguridad, además de verse obligados a retirar la pieza central de la subasta, un dibujo de Picasso, por dudas sobre su autenticidad. Ayer, más de una semana después de concluida la subasta, no se había cerrado ninguna transacción.
Horas antes del inicio de la subasta, los organizadores se vieron obligados a retirar un dibujo a lápiz de Picasso por dudas sobre su autenticidad, informó ayer Financial Times. Pero ése era sólo el inicio de los problemas en una subasta que no ofrecía gran interés por el valor de las obras, aunque sí por ser una primera experiencia práctica de este tipo.Un virus en el software causó numerosos inconvenientes y una compra importante fue cancelada después de que un experto independiente asegurara que la obra ofrecida no se correspondía con la descripción de los organizadores. La desconfianza de los compradores ante este sistema se dejó sentir en la ausencia de ofertas por una de las obras importantes de la subasta, un óleo del artista sueco Bengt Lindström.
Los subastadores franceses, comissaires-priseurs, han anunciado que tomarán acciones legales contra Nart.com, ya que, al operar desde Nueva York, se libran del 20,6% de impuestos que suelen cobrarse por esas transacciones en suelo francés.
Fin de un monopolio
Sin embargo, la protesta de los llamados comissaires-priseurs, un cuerpo creado en 1556 por Henri II y que tiene la exclusiva en Francia de la venta pública de objetos artísticos y muebles antiguos, no tiene ninguna posibilidad de prosperar porque el carácter monopolístico de su labor ha sido ya desautorizado por Bruselas y las grandes firmas -léase Sotheby's y Christie's- ya tienen casa abierta en París y esperan poder empezar a ejercer sin ningún tipo de restricción. Es más, algunos de los commissaires-priseurs que ejercían en Drouot ya han comenzado a instalarse por su cuenta, intentando aprovechar la notoriedad conseguida durante los años en que han podido trabajar sin concurrentes y los contactos y la confianza ganada respecto a los coleccionistas.
Conviene no olvidar tampoco que Bernard Arnault y François Pinault, dos franceses, son también los dos grandes nombres del sector lujo en el mundo y que tanto el uno como el otro ya se han interesado por las firmas que controlan el mercado de las subastas en el mundo y han invertido en ellas, convirtiéndose en los accionistas de referencia.
Otro aspecto que complica las subastas en Francia, y que no parece destinado a desaparecer de inmediato, es el que se deriva de las diferencias de legislación entre los distintos países. En Francia, como en España o Bélgica, existe el llamado droit de suite (derecho de seguimiento), que permite que el autor de una obra pueda cobrar el 3% de cualquier venta de una obra suya una vez ésta ya no le pertenece o que sus herederos, durante 70 años, también tengan derecho a idéntico porcentaje.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.