El primer ministro rumano acepta su destitución tras horas de resistencia

Después de horas de resistencia, el primer ministro rumano, Radu Vasile, anunció anoche en directo, por televisión, que acata la destitución por parte del presidente del país, Emil Constantinescu. "La crisis será resuelta con el nombramiento de un nuevo primer ministro", declaró Vasile. "He sido crucificado. Yo sabía que esto iba a pasar".La crisis política que inició el presidente el domingo, cuando se dirigió con un mensaje a la nación para criticar al gobierno, se había agravado ayer cuando el primer ministro, Radu Vasile, se negó a abandonar el cargo y el principal partido de la oposición izquierdista acusó a Constantinescu de violar la Constitución por haberle destituido. El Partido de la Socialdemocracia de Rumania (PDSR) amenazó con abandonar el Parlamento y pidió la convocatoria de nuevas elecciones.

"Declaro firmemente que la Presidencia ha violado la Constitución. Me sigo considerando primer ministro", había dicho, durante la jornada, Vasile a la radio estatal en una entrevista telefónica. "Presentaré este abuso ante el Senado", añadió. Pero todos los partidos de la coalición estaban ya en su contra. Los 17 ministros de su Gabinete habían renunciado la víspera para forzar su salida. Ayer, mientras Vasile aún se resistía, Constantinescu ya mantenía conversaciones con los partidos para designar un sustituto de Vasile. Rumania celebrará elecciones, conforme al calendario, en el 2000.

Ion Iliescu, líder del PDSR, coincidió en responsabilizar a Constantinescu de la crisis. Ésta se ha producido en un momento especialmente delicado para Rumania, justo tras recibir la invitación, el pasado fin de semana, para que se una a la UE junto a otros países del antiguo bloque comunista. No obstante, los mercados financieros mostraron sólo una tibia reacción al alboroto político.

El jefe del Gobierno saliente, que asumió el cargo en marzo de 1998, ha sido criticado por no lograr reavivar la economía y mejorar el nivel de vida de los rumanos, 10 años después de la caída del comunismo.