Inaugurado el Museo de la Universidad de Alicante con ausencia de políticos
Más de 500 personas del mundo del arte y la cultura y del ámbito académico se dieron ayer cita en el acto de inauguración del Museo de la Universidad de Alicante. Los políticos, en cambio, optaron por no aparecer, salvo el diputado provincial del PP Rafael Pastor, cuya presencia era casi obligatoria por su condición de miembro del Consejo Social de la Universidad."Este es un edificio singular y una referencia obligada para cualquier campus universitario", dijo el rector, Andrés Pedreño. Las instalaciones museísticas se inauguraron ayer con dos años de retraso debido a los problemas derivados de las lluvias torrenciales del 30 de septiembre de 1997, y a la falta del presupuesto necesario para culminar el proyecto. La jornada de puertas abiertas sirvió para que se pudieran visitar las cuatro exposiciones que estarán instaladas hasta el mes de febrero. La memòria que ens uneix es una muestra colectiva con piezas de Artur Heras, Anzo, Toni Miró, Genovés, Pepe Azorín, Sixto Marco y Manolo Boix entre otros 30 artistas valencianos contemporáneos que han mantenido alguna relación con la Universidad.
La mayor parte de los artistas plásticos protagonistas de esta muestra estaban presentes en el acto de apertura, que también inauguró la exposición fotográfica Imágenes de la Ciencia en la España Contemporánea. Una muestra inédita de la obra gráfica de Eusebio Sempere, más conocido por sus esculturas cinéticas, y la exposición arqueológica El rey lobo de Ilici, la ciudad íbero-romana de Elche, completan la oferta inicial del centro.
Andrés Pedreño señaló que "hoy [por ayer] es un día de júbilo y alegría para esta Universidad, que inaugura un museo para la provincia de Alicante".
El diseño del edificio es particular, un gigantesco cubo de tonos ocres que asoma tras un amplio estanque, de forma que en el interior se tiene la sensación de estar sumergido. La obra ha ganado el premio Architectti 1999, además de quedar finalista en el premio Mies van der Rohe y en la 5ª Bienal de Arquitectura Española.
El edificio, del arquitecto alicantino Alfredo Payá, combina el espacio ingrávido de una caja de hormigón que flota sobre un lago, que acaba por convertirse en el tejado del museo. "La luz y el espacio atrapan al espectador", comentó el autor.
El nuevo museo irrumpe en la escena cultural de Alicante, con amplios espacios y cierto nivel de visitantes asegurado por formar parte de un campus al que diariamente acuden 30.000 alumnos.
