El aeropuerto de la Costa Brava aspira a convertirse en un centro de vuelos regionales
El auge espectacular que en los últimos años ha experimentado la aviación regional, sustentada en pequeños aparatos de unas 50 plazas que cubren distancias no superiores a los 1.500 kilómetros, unida a la congestión aérea que en estos momentos sufre el aeropuerto de Barcelona, hace prever que las instalaciones de Girona puedan convertirse en un punto estratégico de este tipo de vuelos en el Mediterráneo. Esto es precisamente lo que cree el consejero de Política Territorial y Obras Públicas de la Generalitat, Pere Macias, quien aseguró ayer que "Girona podría ser la apuesta de los vuelos regionales desde Cataluña". Según Macias, el inicio del vuelo regular Girona-Madrid puede constituir un acicate para que alguna compañía europea se decida a operar en el mercado catalán.
El consejero reconoció que tiene sobre su mesa una propuesta de una acreditada compañía inglesa de vuelos regionales que estaría dispuesta, previa subvención institucional, a poner en marcha una conexión regular entre Girona y Londres. Sin embargo, la Generalitat no está dispuesta, por el momento, a subvencionar ningún otro vuelo, aunque todo dependerá del rumbo que tome el recién inaugurado.
Un 40% de los pasajeros de la nueva línea utilizarán el vuelo para conectar en el aeropuerto de Barajas con otros aviones con destinos internacionales, una cifra que en la temporada de verano se eleva hasta el 60%. Esta posibilidad, que se concreta con el vuelo diario de las 18.10, permite afirmar a los promotores de la nueva línea regular que, en realidad, no se trata de abrir en Girona las puertas de Madrid sino las del mundo entero.
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