Belenadas

NEGRITASLa perversión humana no tiene límites. En Huelva han decidido organizar un belén "móvil" para que llegue a todos los barrios y no deje alma sin amedrentar. Ya no se respeta la disidencia. Está bien que se monten portales fijos para los forofos del belenismo, pero lo de Huelva raya con la prevaricación estílistica y confesional (sabiendo como sabrán que habrá gente que sufre alergias navideñas). No contento con la fechoría, el alcalde Pedro Rodríguez va y lo proclama. Se trata, dice, de sacar a la calle el espíritu navideño y acercar la tradición a los ciudadanos. El belén rodante cuenta incluso ya con agenda propia: visitará colegios, asociaciones de vecinos, organizaciones solidarias y, en fin, cada rincón donde un onubense alérgico piense que puede estar a salvo. Para completar la encerrona, se añadirá un hilo musical que enlace un villacinco con otro sin discontinuidad. O sea, que ni siquiera bastará con cerrar los ojos. Perverso, perverso. Como se trata de un anticipo de lo que se avecina -probablemente redoblado por aquello de la llegada del 2000, que sigue sin ser el nuevo milenio ni siquiera el nuevo siglo-, lo mejor es mirar hacia otro lado, como Carmona (Sevilla), cuya biblioteca municipal ha sido distinguida por el Ministerio de Cultura por sus campañas a favor de la lectura. De momento, la concejal de Cultura, María José Rodríguez, se inclina por acercar los libros a los jóvenes, en vez del espíritu navideño.

Otra opción para fomentar la amnesia en tiempos de convulsión comercial sería darse una vuelta por lugares que permanecen inmunes al belenismo. Por ejemplo, la galería sevillana Cavecanem, donde el viernes se inauguró la muestra Una impresión española desde París. La exposición, que pertenece a la editorial francesa Michael Woolworth Publications, incluye series de los españoles José María Sicilia, José Manuel Broto, Miguel Ángel Campano, Jaume Plensa y Miquel Mont.

Siempre queda también París o, en su defecto, la Sierra Norte de Sevilla, que los diseñadores Victorio y Lucchino piensan promocionar como destino turístico. Los modistos se han incorporado a la larga lista de amigos de la zona -que tiene movimiento asociativo y todo-, entre los que también figuran el escritor Felipe Benítez Reyes y Concha Márquez Piquer. Cualquier cosa para huir de una belenada.

TEREIXA CONSTENLA