El Gobierno se plantea variar el trazado del tranvía de Bilbao en plenas obras

El Gobierno vasco, el Ayuntamiento bilbaíno y la sociedad Bilbao Ría 2000 se están planteando ahora modificar el trazado del futuro tranvía de la capital vizcaína cuando el proyecto lleva ya siete meses de obras. El cambio, que se decidirá en dos meses, afectaría al trayecto por el Casco Viejo para que pase por una margen de la Ría -la del mercado de la Ribera- en vez de por la otra. Vecinos de la zona han asegurado que existe otra opción -"realizada a nuestras espaldas"- que obligaría al derribo de viviendas y acusaron a los responsables de "ocultismo".

El proyecto del tranvía, que devolverá a la capital vizcaína este medio de transporte público 44 años después de su desaparición en 1957, era una de las pocas obras del nuevo Bilbao sin apenas contestación social. Comenzó a ejecutarla en mayo pasado el Departamento de Transportes, que financia 2.200 de los 3.400 millones del presupuesto total.El recorrido, de 4,5 kilómetros entre el barrio de Atxuri y San Mamés, presenta la mayor complejidad en la zona del Casco Viejo, donde se prevé salvar la ría del Nervión en tres ocasiones. En este área es donde se ha desatado la polémica.

Vecinos de la zona, respaldados por la coordinadora de residentes de Bilbao La Vieja y la asociación del Casco Viejo, aseguraron ayer que las instituciones proyectan un cambio del trazado que obligaría al derribo de un número de viviendas "aún sin determinar" entre el muelle de Marzana y la calle Bilbao La Vieja. Esta actuación estaría obligada al variar el actual trazado -que discurre paralelo a la Ría por el muelle de Marzana para enlazar con el puente de San Antón a través de un mecanotubo- por otro que se adentraría en el barrio de Bilbao La Vieja.

Los vecinos, que detallaron sus múltiples gestiones ante todos los organismos implicados, expresaron su "más rotundo rechazo a cualquier modificación del trazado que suponga derribos de viviendas". Se mostraron favorables al desvío por la margen del mercado de La Ribera o a estudiar un nuevo trazado "que amplíe su zona de influencia incluyendo a San Francisco y quede relegado hasta que el barrio [existe un plan de amplia remodelación de esta zona, considerada la más degradada de la ciudad] haya quedado definitivamente configurado".

El Ayuntamiento negó ayer que el trazado que obliga a derribar viviendas sea una realidad. "Es algo que está en estudio y en todo caso, si se decide hacerlo, sería a largo plazo, una vez que concluya el trazado aprobado", señaló el concejal de Urbanismo, Ibon Areso.

El edil bilbaíno agregó que "desde el principio" se consideró poco adecuado el trazado por el Casco Viejo, "pero había que hacer un proyecto para acceder a la dotación presupuestaria del Gobierno". Areso aseguró que actualmente el único cambio posible es "ir por la Ribera. Depende de si hacemos o no el parking subterráneo del mercado. Hay un estudio encargado, pero la decisión debe tomarse en dos meses".

Obras del tranvía en la calle Sabino Arana./JOSÉ LUIS ZÁRATE