El gran cambio en el casco antiguo de Girona reactiva su mercado inmobiliario

La profunda transformación que en los últimos años ha experimentado el casco antiguo de Girona ha reactivado su mercado inmobiliario. Las nuevas viviendas levantadas en el antiguo barrio chino de la ciudad, que han constituido un éxito para sus promotores, son un ejemplo del creciente interés por habitar y rehabilitar los añejos caserones del centro histórico. Pero el fenómeno de vitalidad urbana no está exento de sombras: la escalada de precios y las operaciones especulativas.

"Estamos convencidos de que el proceso de recuperación del casco antiguo de Girona constituye un ejemplo para muchas ciudades, pero ahora que empiezan a verse los resultados debemos evitar que los especuladores nos lo echen por tierra", asegura Ramon Ceide, concejal del Barri Vell.A los propietarios de edificios con inquilinos antiguos que pagan alquileres irrisorios no se les escapa que muchos inmuebles vecinos han sido reconstruidos o rehabilitados para ser posteriormente vendidos o alquilados a precios muy elevados. Algunos de estos propietarios, por codicia o por necesidad, congelan las inversiones en mantenimiento y esperan a que su edificio se vaya degradando para forzar una declaración de ruina. Esta declaración permite que los inquilinos sean desahuciados sin indemnización. El consistorio, consciente de esta picaresca, intenta buscar, según palabras del alcalde, Joaquim Nadal, "un equilibrio sutil entre las tareas de rehabilitación, las garantías para los ocupantes de las casas y la defensa de los derechos legítimos de los inquilinos". A pesar de que el Ayuntamiento es reacio a certificar la ruina total de los edificios del casco antiguo, el alcalde admite que hay un punto de no retorno: "La seguridad de los ocupantes del edificio y de los viandantes". La apuesta del consistorio es clara: la rehabilitación y la conservación antes que el derribo.

Las inmobiliarias de Girona han constatado un espectacular incremento de la demanda de casas en el casco antiguo. La promoción del Pou Rodó, en pleno corazón del barrio antiguo, reúne 100 nuevas viviendas entre casas nuevas y rehabilitadas. Su éxito ha sido tal que, mucho antes de concluirse, ya están todas vendidas.

Precios altos

Los precios medios de las nuevas promociones superan fácilmente las 200.000 pesetas el metro cuadrado, unas tarifas que en Girona se cuentan entre las más caras. Los precios se disparan en las reformas de edificios nobles. Los alquileres de viviendas nuevas o reformadas también se han incrementado, en parte debido a la clientela universitaria.

Ceide argumenta que las rehabilitaciones totales son caras y los precios de las nuevas viviendas se ajustan a un entorno de construcción difícil, con problemas de accesos y de cimentación. Estas dificultades han hecho que algún edificio sufra retrasos de más de dos años.

Según fuentes municipales, el 10% de las vieiendas del casco antiguo están en situación precaria, lo que requerirá actuaciones en los próximos años. Cada vez se hace más difícil encontrar terrenos donde construir y las inmobiliarias están convencidas de que los precios seguirán aumentando porque vivir en la Girona antigua es "una oferta única y limitada al espacio".