A 200 con un Porsche
Como todas las policías que hurgan en el bolsillo de los ciudadanos, los Mossos de tráfico viven situaciones en las que el infractor hace de todo con tal de evitar la multa.Aunque hay casos como el de una bella mujer que, a bordo de un impresionante Porsche matriculado en Andorra, circulaba a gran velocidad, cerca de La Seu d"Urgell, en una zona limitada a 90 kilómetros por hora. Parada por la patrulla, los agentes le indicaron que iba a 160 o 180 kilómetros a la hora. Indignada, respondió que era falso, que ella iba a 200. Como no residía en España, los mossos le indicaron que tenía que pagar la multa en efectivo. No llevaba dinero ni tarjetas de crédito. Sacó un móvil, llamó y, al poco, un conocido suyo de La Seu le llevó 100.000 pesetas.
Otra patrulla paró a un conductor por adelantar con línea continua. Tampoco residía en España y no llevaba dinero ni tarjetas. Un anciano que presenciaba la escena dijo al conductor que se tranquilizara, "qué se le va a hacer". Acto seguido, pagó la multa con una tarjeta de crédito y le dijo al conductor que ya le abonaría la sanción cuando le fuera bien.
En un control de alcoholemia cerca de unas carpas, los agentes seleccionaron un coche de un hombre que se manifestó totalmente a favor de la prueba y añadió que se tendrían que efectuar más controles, que el alcohol y la conducción eran incompatibles y que está concienciado en esta cuestión. Tanto, que cada semana llevaba a su hija a la discoteca y la recogía a la salida -en aquel momento precisamene esperaba que su hija saliera de una carpa para llevarla a casa- porque no se fiaba de nadie que condujera bajo el efecto del alcohol. Al hacerle el control, dio positivo.
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