El PNV quiere cumplir sus pactos con EH aunque haya atentados

La apuesta es firme, y así se lo ha transmitido a la Mesa Nacional de HB: el PNV quiere consolidar sus acuerdos con Euskal Herritarrok (la marca electoral de HB) tanto en el Gobierno vasco como en el Pacto de Lizarra, al margen de lo que haga ETA tras anunciar el fin de la tregua. El nivel de colaboración dependerá del grado con el que EH se "desmarque" de un posible atentado de la banda, toda vez que el partido que preside Xabier Arzalluz descarta ya que su socio político llegue a condenar explícitamente un acto terrorista.

Fuentes de la dirección del PNV han señalado que en estos momentos su apuesta pasa por consolidar la colaboración institucional con la izquierda abertzale, y así lo han transmitido a los dirigentes de HB en los contactos mantenidos la pasada semana entre ambas formaciones. En alguno de ellos ha participado el propio Arzalluz. El PNV ha dejado claro que exigirá a Euskal Herritarrok que se desmarque y se distancie de ETA en caso de producirse un atentado, aunque no haya una condena expresa. De no ser así, el partido de Arzalluz ha amenazado con la posibilidad de disolver el Parlamento vasco y adelantar las elecciones, en una clara situación de desventaja para EH. De otro lado, el Gobierno vasco difundió ayer un polémico sondeo realizado tras el anuncio etarra de romper la tregua. Elaborada con 500 entrevistas telefónicas, de la encuesta se desprende que el 70% de los vascos cree que el Gobierno central ha sido poco flexible en el proceso de paz. Pero la pregunta no ofrecía opciones, sino que ya inducía la respuesta: "¿Está usted de acuerdo", era la pregunta, "con que el Gobierno central ha sido poco flexible?". El sondeo, además, no incluía ninguna pregunta directa sobre qué opinan los vascos acerca de la marcha atrás de ETA. Dirigentes del Partido Popular y del PSOE descalificaron, por "poco seria y rigurosa", esa encuesta.