Leyenda
ADOLF BELTRAN
El diario británico The Guardian daba cuenta hace unos días de una movilización de investigadores en el Vaticano para "uno de los intentos de recuperación más audaces de la historia: la rehabilitación de un papa tan depravado que su memoria pesa sobre sus sucesores hasta nuestros días". La noticia explicaba que los ocultos archivos vaticanos han sido abiertos a 120 historiadores de seis países con la esperanza de que la reputación de Alejandro VI no se corresponda con la verdad. "Las recientes investigaciones de que los enemigos de Alejandro puedan haber exagerado su maldad han llevado al Vaticano a asumir el riesgo de que aparezcan historias aún peores", añadía la crónica de The Guardian, firmada en Roma por Rory Carroll. Además de una cita del presidente Zaplana sobre los Borja ("Esa familia no fue sólo temida sino también admirada, y la humanidad debería conocer sus virtudes y las circunstancias bajo las cuales fue criticada"), el relato periodístico contrastaba los elementos de la leyenda negra del pontífice valenciano (nepotismo, crímenes, orgías, incesto, avaricia...) con los nuevos argumentos de sus supporters (el papel crucial en la transformación de la Europa medieval hacia el Renacimiento, la restauración del castillo de Sant"Angelo, el diseño de un nuevo San Pedro...). "Se esperan filtraciones", apuntaba el periódico inglés, sin poder disimular la impaciencia. Tal vez deberíamos replantearnos las cosas y no celebrar más años Borja (en 1992 hubo uno por el 500 aniversario de la entronización de Alejandro VI; ahora, las Cortes organizan otro por el quinto centenario del jubileo que él presidió, y en el 2003, seguramente, se celebrarán los cinco siglos de su muerte). Si los ingleses están tan interesados en los Borja como parece, tendrían que poder conocer al "papa de las cruzadas" (Calixto III), que encabezó la lucha contra los turcos tras la caída de Constantinopla; al "papa político" que fue Alejandro VI en la agitada Italia de su época, entre Savonarola y Maquiavelo; al condotierro César Borja; a Lucrecia... Se impone traducir los estudios de Martí Domínguez Barberà o Miquel Batllori, la novela de Joan F. Mira. A lo mejor hay un auténtico filón en el mundo de habla inglesa para "el papa favorito de Maquiavelo", como lo bautizaba The Guardian en su crónica.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.