Confederación duda de la viabilidad de embovedar el río Guadalmedina

Celia Villalobos no tiene garantías de que el principal proyecto para su su segundo mandato, el embovedado del río Guadalmedina, pueda convertirse en realidad. La envergadura y características técnicas de la obra y la desgraciada experiencia con proyectos como el del Palacio de los Deportes, han aconsejado adoptar las máximas cautelas posibles, según han reconocido la alcaldesa y el presidente de la Confederación Hidrográfica del Sur, José Antonio Villegas, por lo que la decisión final ha quedado condicionada a los resultados de un estudio que realizarán especialistas hidráulicos de varios países.

José Antonio Villegas ha admitido que existen muchas posibilidades de que el proyecto no sea finalmente viable y que, en cualquier caso, antes de tomar la decisión final es necesario adoptar "todas las cautelas posibles para tener las máximas garantías de seguridad". Entre otras cuestiones a considerar, el presidente de la Confederación Hidrográfica del Sur ha recordado que "no se trata de un arroyo de poca monta" puesto que desde la construcción del pantano del Limonero el tramo urbano del cauce del Guadalmedina tiene una capacidad de desagüe de 500 metros cúbico por segundo.La Confederación Hidrográfica del Sur está dispuesta a financiar el estudio técnico previo en el que, según Villegas, participarán "los mejores especialistas del mundo", y que requerirá un estudio detallado de todo el tramo final del río. "Estos técnicos nos dirán si se puede hacer y de que forma se puede hacer". El organismo de aguas y el Ayuntamiento ya han iniciado su trabajo conjunto para seleccionar el equipo que redactará el estudio en cuestión.

Tanto Villegas como la alcaldesa insisten en que en un proyecto de esta naturaleza no deben existir prisas. Celia Villalobos ha reconocido que el Ayuntamiento tiene la lección aprendida después de que se viera obligado a cerrar el Palacio de los Deportes 18 días después de su inauguración y que antes de tomar una decisión sobre el Guadalmedina se asegurará de tener "una completa seguridad". "Yo ya en los grandes proyectos me cuido y pido muchos informes, loas analizo despacio y los consulto con muchos técnicos", explica la alcaldesa.

Promesa electoral

El embovedado del Guadalmedina fue prometido por Celia Villalobos durante la última campaña electoral como proyecto emblemático de su nuevo mandato. La propuesta fue ya anunciada en el pleno de investidura de la alcaldesa, en el que el portavoz del Partido Popular y concejal de Urbanismo, Francisco de la Torre, habló de convertir el cauce actual del Guadalmedina en "el Paseo de la Castellana de Málaga".

El Ayuntamiento de hecho tiene ya el esbozo del proyecto urbanístico que permitiría dotar a la ciudad de un gran eje viario norte-sur del que ha quedado privada por el desarrollo urbanístico que ha tenido siempre más en cuenta el diseño de las comunicaciones este-oeste. El Ayuntamiento malagueño pretende que esta gran avenida arranque en el nudo de enlace de las rondas de circunvalación con la carretera N-331, principal vía de llegada a Málaga desde el interior, y se prolongue hasta la desembocacura, convirtiéndose así además en el acceso principal al puerto.

La alcaldesa ya ha advertido que nadie podrá hablar de que se demora el proyecto porque por un lado requerirá un proceso de maduración "largo" antes de tomar un decisión y porque, si finalmente se realiza, estima que su ejecución completa requeriría unos ocho años. La alcaldesa sí ha insistido en que cuenta con el apoyo de la Confederación Hidrográfica del Sur y del Ministerio de Medio Ambiente para llevar adelante esta obra.