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ETA ROMPE LA TREGUA

Almunia advierte al PNV de que "fundir" sus tesis con las de HB "tiene sus límites"

Javier Casqueiro

Joaquín Almunia, finalizado el alto el fuego de ETA, destacó ayer los aspectos que unen al PSOE y otros partidos democráticos con el PNV, pero se permitió una advertencia a la formación de Xabier Arzalluz: "Fundir un proyecto político entre demócratas y no demócratas[en alusión a su pacto con HB] es muy complicado y tiene sus límites". Asumió así que con diálogo y sin pistolas sobre la mesa se puede discutir de todo, hasta de la independencia, aunque él no comparta esas tesis. También pidió que nadie demonice al PNV.

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El secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, comentó los comunicados suscritos por el PNV y los restantes partidos de Lizarra en la mañana de ayer, en el Congreso de los Diputados, donde participó, como los líderes de otras formaciones, en las Jornadas de Puertas Abiertas por el 21º aniversario de la Constitución.Almunia lamentó que esos documentos no reflejen algo que vienen exigiendo los partidos democráticos desde hace días: que ETA deje de matar, "que no amenace, que reconozca de una vez que nadie quiere su estilo matón, sus asesinatos, sus secuestros...".

Una vez dejado claro cuál es, en su opinión, la principal carencia de los escritos del PNV y del Pacto de Lizarra, Almunia quiso valorar las coincidencias con el PNV. Eso sí, desde un postura crítica, pero condescendiente.

El líder del PSOE comentó acerca de las pretensiones soberanistas de esos comunicados: "No se puede confundir lo que son los proyectos políticos de los nacionalistas, que tienen todo el derecho a tenerlos, a proponerlos, a tratar de convencernos a los demás de que son buenos -yo no los comparto, pero admito su derecho a defenderlos-... No se puede confundir el proyecto nacionalista con la paz". Almunia reiteró que "la paz no sólo va a ser posible si se cumplen los designios de los nacionalistas; la paz sólo es posible si ETA no mata".

En su afán comprensivo hacia la historia del PNV, el máximo dirigente del PSOE dijo que esa formación "está en una posición muy delicada, en la que, por un lado, sabe que no puede ni quiere renunciar a su condición de partido democrático y, por otro, quiere fundir su proyecto político con el del nacionalismo radical. Pero fundir un proyecto político entre demócratas y no demócratas es muy complicado y tiene sus límites".

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Almunia recalcó algo en lo que lleva insistiendo desde que ETA comunicó el pasado domingo el final de su tregua: que en este proceso le "importa más resaltar las coincidencias que las discrepancias". Argumento que plantea tanto para el PNV como para el Gobierno del PP. En ese sentido, el líder del PSOE optó por quedarse con una parte del comunicado del PNV, que, según su interpretación, afirma "que sólo a partir del actual marco constitucional, institucional, estatutario, se puede cambiar ese marco por quienes lo quieren cambiar. Y eso es la base para tener un debate democrático".

Entiende Almunia que nadie puede pretender, por contra, "por muchas metralletas que quieran acumular en un zulo, que vayamos a renunciar los demócratas a nuestras instituciones democráticas o que vayamos a estar dispuestos a conculcar las reglas del juego democrático. Eso el PNV lo tiene muy claro y lo dice en su comunicado. No todos los firmantes de la Declaración de Estella

[Lizarra] lo tienen claro, desgraciadamente. Y quien no lo tiene claro no es demócrata, y los no demócratas no nos pueden ofrecer la paz porque la paz sólo es posible en democracia y respetando las reglas de juego".

El líder del PSOE no desperdició la ocasión para lanzar un mensaje al Gobierno y el PP sobre su obsesión por atacar al PNV. Públicamente, enfatizó que ahora lo que toca "es ayudar al PNV a que supere la disyuntiva en la que está y no demonizarlo". Una ayuda que Almunia concretó "para la parte del razonamiento del PNV que es democrático". Cuando se le preguntó por qué los partidos pueden estar ahora increpando al PNV consideró obvia la respuesta.

Almunia también quiso emplazar al líder de Euskal Herritarrok, Arnaldo Otegi, a que aplique más "coraje" a sus pronunciamientos políticos y le diga a ETA que deje de matar.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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