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EL FUTURO DEL COMERCIO MUNDIAL

La capacidad de organización de EE UU, cuestionada

ENVIADO ESPECIA, Hasta el último día. Las protestas contra la OMC llegaron ayer al mismísimo centro de convenciones donde se desarrolla la cumbre. Media docena de ecologistas fueron detenidos ayer por la Policía en el corazón del encuentro, dejando en evidencia los despliegues de seguridad."Estados Unidos, pese a su poderío humano, económico y tecnológico, suele fracasar cuando organiza en su suelo acontecimientos de dimensión internacional", comentaban ayer estupefactos los miembros de las delegaciones europeas en la cumbre de la Organización Mundial de Comercio (OMC).

Los Juegos Olímpicos de Atlanta, en 1996, estuvieron marcados por un atentado terrorista e innumerables fallos de organización. La reunión de Seattle quedará para siempre asociada al caos interno en el Centro de Convenciones, marco de trabajo de las delegaciones, y por la impericia primero y la feroz represión después de la policía local en su intento por controlar las calles.

La incapacidad para lidiar con unas protestas que arrancaron pacífica y festivamente contrasta con las medidas de precaución que habían sido adoptadas previamente. Según informó ayer la CNN, entre las fuerzas que operan esta semana en Seattle hay 160 soldados de las Fuerzas Especiales enviados por el Pentágono. Su misión era actuar en caso de un ataque terrorista con armas químicas o biológicas, un guión de pesadilla del que, afortunadamente, anoche no había el menor rastro.

Recta final

Mientras la cumbre de la OMC entraba en su recta final, Paul Schell, el alcalde de la ciudad hizo un llamamiento para "cicatrizar las heridas" y aportó su grano de arena asegurando que investigará "la posible existencia de excesos policiales" en la feroz batalla de las autoridades por recuperar el control de las calles.

Norm Stamper, jefe de la policía, defendió el comportamiento de sus hombres y mujeres en uniforme, pero reconoció que algunos de ellos "rompieron filas", una alusión a los que se ensañaron con los manifestantes. La actitud exageradamente intimidatoria de los gigantes uniformes de negro, su empleo de aerosoles con gas contra la cara de manifestantes pacíficos y el uso masivo de granadas de gas pimienta han provocado la indignación de muchos vecinos ajenos al conflicto y de líderes políticos locales como el senador Slade Gordon.

El bombardeo con granadas lacrimógenas del barrio residencial de Capitol Hill en la noche del miércoles al jueves quedará como el incidente que simboliza la ferocidad de la reacción policial.

Las manifestaciones siguieron el jueves y ayer, pero se concentraron frente a la cárcel del condado, donde todavía permanecían detenidos un centenar de los más de 500 hombres y mujeres capturados por la policía durante las protestas del martes y del miércoles.

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