Una labor reconocida desde diversos sectores

Ignasi Garcia Clavel, de 56 años, es funcionario de la Generalitat con nivel A -el máximo que prevé la ley- y antes de ser director general de Servicios Penitenciarios estuvo ejerciendo 11 años como director de la escuela privada Sant Felip Neri su anterior profesión, que es la de maestro. Militante de CDC desde 1986 y presidente de la sectorial del partido de acción social y cooperación, nunca escondió su sintonía con los sectores progresistas de la formación, dentro del margen que permite la doctrina nacionalista. Algunas fuentes cuentan incluso que Pasqual Maragall le ofreció la continuidad en el cargo si accedía a la presidencia de la Generalitat, un síntoma de la aceptación que ha tenido su mandato entre la oposición.Diversos sectores judiciales y sociales coincidieron ayer en elogiar su mandato. Gerard Thomas, presidente de la Sección Novena de la Audiencia de Barcelona -el tribunal encargado de resolver los recursos de vigilancia penitenciaria-, fue muy contudente. "Ha cumplido con gran dignidad uno de los cargos más difíciles que hay en la Administración, porque la sociedad no acaba de entender que la cárcel no es sólo un castigo y él sí fue sensible a esa función resocializadora que prevé la Constitución", afirmó.

Del mismo modo, el fiscal de vigilancia penitencaria Javier Faus aseguró: "Sentiré mucho su marcha porque su gestión ha sido buena y siempre tuvimos un trato fluido y de colaboración, a pesar de nuestras diferencias". En este sentido, Gerard Thomas recordó que "Garcia Clavel siempre fue una persona absolutamente colaboradora con la justicia y siempre buscó las soluciones legales y reglamentarias que facilitasen la reinserción de los presos".

Joan Gomis, presidente de Justícia i Pau, afirmó: "Ha tenido una gestión larga y controvertida que globalmente ha sido positiva". Y añadió: "En el Gobierno de la Generalitat había opiniones contrarias a Garcia Clavel y supongo que eso ha provocado su cese". Por el contrario, el sindicato Catac de prisiones emitió un comunicado en el que mostraba su regocijo por el cese y anunciaba que lo habían celebrado con cava.