Los profesionales critican a las TV por marginar los documentales
Pedro Erquicia arremete contra los programadores de TVE
El futuro del reportaje depende de que los programadores de televisión apuesten por el género, algo que hasta ahora no han hecho. Éste es el diagnóstico de destacados periodistas y productores del sector, que ayer debatieron en Barcelona sobre el porvenir del documental televisivo. Criticaron que los directivos de las cadenas, por lo general, rechacen incluir reportajes en horario de máxima audiencia y potencien en esa franja sólo el entretenimiento. Particularmente duro con su empresa se mostró el jefe de programas especiales y de investigación de TVE, Pedro Erquicia, que calificó de "tremendo" el que La Primera únicamente ofrezca un espacio de reportajes, Informe semanal.
Tampoco se declaró satisfecho el periodista con la oferta de documentales de La 2, con sólo tres programas fijos: Documentos TV, Línea 900 y La noche temática. "A mí, sinceramente, eso me parece tremendo. En primer lugar, porque TVE es una cadena pública y después porque es la de mayor alcance nacional", se lamentó. Y señaló directamente a los programadores de la cadena como los responsables de esta situación: "Se trata de un problema económico, es cierto, pero sobre todo mental de quienes hacen la televisión en este país, y me refiero concretamente a TVE, empresa en la que yo trabajo".No se quedó ahí Erquicia. Abominó seguidamente de la importancia que los directivos dan al entretenimiento. "Los talk show, las telecomedias, el fútbol y las películas de Hollywood son los pilares en los que basan la programación. Cuando les propones reportajes no saben ni de qué les estás hablando, y romper esa barrera mental, la verdad, es muy complicado", lanzó el creador de Informe semanal.
Compartieron mesa y pronóstico con Erquicia, el jefe de informativos no diarios de la BBC, Keith Bowers; el director de la agencia Capa, Hervé Chabalier; la prestigiosa distribuidora internacional de documentales televisivos Jane Balfour y el director del programa de reportajes 30 minuts, de TV-3, Joan Salvat. Precisamente el debate fue organizado con motivo del 15º aniversario de este espacio, decano de la parrilla de la cadena autonómica.
Keith Bowers estuvo de acuerdo en líneas generales con su colega español y añadió una nueva idea a lo dicho por él. A los jefes de las cadenas, según el periodista de la BBC, les interesa más "hacer televisión de sentimientos que de reflexión". Es decir, anteponen los espacios deportivos, de sexo y cine al reportaje, que definió como "una interpretación del mundo que nos rodea". Su paisana Jane Balfour abundó en que difícilmente puede haber demanda de documentales si las cadenas no los ofrecen: "Los directivos de las televisiones tienden a no arriesgar. Prefieren que su cadena compita con las demás con los mismos productos, antes que mejorar la programación". Y añadió que lo máximo que se permiten algunos es emitir reportajes de madrugada.
Joan Salvat asintió. En su opinión, la mentalidad de los responsables de las parrillas ha de cambiar en el sentido de que deben entender "que los reportajes tienen que pagarse bien, como se paga la ficción o el entretenimiento". La cuestión económica dio pie a Hervé Chabalier a considerar que la digitalización de la información no beneficiará del todo al sector del documental, ya que al abaratarse los costes de los informativos, los directivos de las cadenas querrán que también bajen los de los reportajes, cuando la producción de este género es mucho más compleja.
Por último, Balfour aventuró que los documentales de éxito en el futuro serán los de investigación, ya que los informativos diarios y las cadenas de 24 horas de noticias ya cubren suficientemente los acontecimientos mundiales. La distribuidora puso como ejemplo de estos reportajes, el titulado The accident, una investigación sobre la muerte de Lady Diana, que fue vendido a 21 cadenas y recaudó 115.000 libras (30 millones de pesetas).
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