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Crítica:ROCK- SUPERGRASS
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

El poder del trío

Diego A. Manrique

En una noche ciertamente rebosante de conciertos y presentaciones, Supergrass llenó hasta reventar. Cierto que se benefició de la presencia en bloque de sus alborotados fans ingleses residentes en Madrid, que no desaprovecharon la oportunidad para disfrutar en un local reducido a un grupo que en su país llena grandes auditorios. Como respaldo, sus vecinos de Medal, un simpático quinteto que regalaba copias de un fanzine propio, Medal Pages, grato contraste con los altos precios de las camisetas de Supergrass.Aparte de introducir las patillas pobladas en el look del brit-pop, Supergrass estuvo brevemente de moda a mediados de los noventa por retomar una vibrante especialidad británica: las vivencias encerradas en canciones concisas, propulsadas por guitarras y embellecidas con voces efervescentes. Con sus insolentes himnos juveniles, The Who o The Kinks definieron el modelo en los años sesenta, potenciado al final de la década siguiente por The Jam o The Buzzcocks. Al modo de esos grupos -aunque el resultado se parezca más al de los Small Faces-, ellos han aumentado su territorio con leves apuntes psicodélicos, bromas de music hall, canciones desenchufadas y pasajes de teclados.

En directo, sin embargo, no hay mucho margen para las finuras del estudio, sobre todo en la proverbial lata de sardinas que era esa noche la Caracol. Comenzando con Moving, el anhelante tema que también abre su disco de 1999, Supergrass, el cuarteto de Oxford alterna éxitos y novedades con tanta seguridad como contundencia, conectando felizmente con el recalentado público. Quince canciones y una confianza tal en sus poderes que se reservan para los bises las dos piezas que posiblemente estaban en los primeros lugares de preferencia de sus seguidores: su más reciente éxito, Pumping on your stereo, y la que dio a conocer al trío (y facilitó su salto de una independiente a una multinacional), Caught by the fuzz, la autobiográfica historia de un adolescente al que la policía "corta el rollo" al pillarle fumando una sustancia prohibida. Las canciones de la inocencia y, tal vez, las de la experiencia.

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