Aznar e Ibarretxe evitan hacer públicas sus diferencias tras la ruptura de la tregua

Los principales dirigentes políticos siguen intercambiando estos días sus puntos de vista para afrontar la decisión de ETA de retomar las armas a partir de mañana. El objetivo consiste en reforzar la unidad de los demócratas frente al terror. Con ese ánimo, los líderes evitan hacer públicas sus diferencias sobre cómo abordar la crisis. Así lo hicieron ayer el presidente del Gobierno, José María Aznar, y el lehendakari, Juan José Ibarretxe, tras reunirse en La Moncloa. Ibarretxe planteó la conveniencia de convocar una mesa o foro de partidos que incluya a Herri Batasuna. Aznar lo rechazó y pidió al lehendakari que "asuma su responsabilidad".

A lo largo de la entrevista en La Moncloa, quedó patente la intención de Ibarretxe y, por tanto, del PNV, de mantener vivos el Pacto de Lizarra y el acuerdo de gobierno que mantiene su partido con Eusko Alkartasuna y Euskal Herritarrok. Fuentes nacionalistas señalan que, aunque se produzcan atentados, PNV y EH intentarán que no se rompan ambas iniciativas de colaboración. En esa línea, el lehendakari planteó la conveniencia de convocar el foro de partidos que incluya a HB. Aznar ya rechazó en el pasado la formación de esa mesa y ayer repitió su opinión ante Ibarretxe. Al término de la entrevista, sin embargo, las fuentes oficiales de Moncloa eludieron hablar de las divergencias entre ambos líderes. Una posición similar tuvo Joaquín Almunia, con quien también se entrevistó ayer Ibarretxe en Madrid. El líder de los socialistas comentó después que había visto al lehendakari "a la altura de las circunstancias", pero admitió que ambos constataron algunas divergencias sobre cómo abordar el proceso de paz tras el anuncio de ETA de volver a actuar. De otro lado, HB decidió ayer asistir a las concentraciones convocadas por el lehendakari a raíz de la decisión de ETA, pero para dejar claro su punto de vista sobre la situación actual.