Maragall afirma que Cataluña ya está harta de hablar de la sucesión de Jordi Pujol

Todos los partidos de la oposición catalana, incluido el Partido Popular, reaccionaron ayer de forma unánime contra la actitud de Jordi Pujol de prohibir a los medios de comunicación cualquier pregunta sobre su sucesión hasta dentro de tres años. Pasqual Maragall le replicó al presidente que Cataluña ya está harta de oír hablar de sucesiones y de peleas internas en el seno de Convergència i Unió, mientras que Alberto Fernández Díaz acusó a Pujol de vetar ahora un debate que él mismo ha alentado. "El ahora no toca ya empieza a ser patético", dijeron desde Iniciativa.

Después de incluir en el Gobierno a Josep Antoni Duran Lleida y Artur Mas, sus dos virtuales sucesores, el presidente quiso atajar el pasado martes cualquier debate público sobre su relevo en la cúpula de la coalición nacionalista y como candidato a la presidencia de la Generalitat. Pujol obvió su habitual "ahora no toca" para prohibir directamente a los periodistas cualquier pregunta sobre el tema hasta dentro de tres años.La oposición en bloque criticó ayer la actitud de Pujol, recriminándole que haya sido él mismo el impulsor de esta polémica al confeccionar un Ejecutivo en clave interna. El socialista Pasqual Maragall manifestó: "Del mismo modo que Pujol se puso solemne y dijo que no se le pregunte, yo les debo decir, en nombre del pueblo de Cataluña por la parte que me toca, que ya estamos hartos de oír hablar de sucesión y de peleas internas". El líder socialista lamentó que la vida política catalana se centre en estas discusiones y recordó que en la legislatura anterior la principal polémica fue la fecha de las elecciones.

No obstante, Maragall se mostró optimista e irónico al afirmar: "Pasados los fastos de la coronación [investidura de Pujol] el país volverá a caminar un poco por su cuenta porque se trata de un país que tiene mucha más marcha que este Gobierno".

Por su parte, el presidente del PP, Alberto Fernández Díaz, emplazó a Pujol a trasladar su petición de silencio sobre su relevo al seno de CiU y al del Gobierno ya que, a su juicio, éstos han sido los primeros en plantear la composición del Ejecutivo en clave sucesoria.

Desde Esquerra Republicana, su secretario general, Josep Lluís Carod manifestó que las palabras del presidente son indicativas del conflicto interno que exite en CiU sobre el relevo de Pujol y además reflejan un estilo político "muy singular". "Se cree que está legitimado [Pujol]", añadió Carod, "para decir de qué quiere hablar y de qué no, del mismo modo que los medios de comunicación están legitimados para preguntarle lo que consideren más adecuado". Para el líder independentista, en el actual Gobierno el único hombre fuerte que existe es el mismo presidente, "igual que desde hace 20 años".

Designación de Vilajona

En la misma línea que Carod se pronunció el parlamentario Joan Boada de Iniciativa, que reprochó a Pujol que actúe como "el capataz que se dedica a dar consignas" y le acusó de creer que Cataluña "es su finca particular". En este sentido, añadió: "El ahora no toca ya ha pasado de ser una cosa divertida a ser algo patético".

La designación de Jordi Vilajoana como consejero de Cultura, tras presidir cuatro años la Corporación Catalana de Radio y Televisión, volvió ayer a ser objeto de críticas por parte del grupo socialista. Así, Maragall avisó al nuevo consejero que se prepare para el debate parlamentario sobre los medios audiovisuales públicos porque "recibirá críticas muy duras".

"Probablemente tendrá que dejarlo en cuatro semanas porque hay un debate sobre lo audiovisual en que se le pondrá a parir, como se dice vulgarmente", subrayó Maragall, quien interpretó la designación de Vilajoana como una estratagema de Pujol para que concentre todas las críticas del Gobierno. "Parece que a Vilajoana le han elegido para que pague los platos rotos de todo el Gobierno", concluyó.