Un millón por dos jilgueros
Un pensionista madrileño de 73 años tiene que pedir un crédito para pagar una multa por cazar un par de pájaros
A Guillermo Vinssac no se le olvidará nunca la mañana en que decidió salir a dar un paseo con un amigo, jubilado como él, por el paraje de Arroyo Zorreras, en el término municipal de Alcobendas (Madrid). Caminaban junto a un riachuelo cuando decidieron capturar unos pájaros que sobrevolaban el lugar. En el momento en que los animales se encontraban ya en la red de Vinssac apareció la policía local de Alcobendas. Y ahí empezó su calvario."Resultó que los pájaros que yo había apresado eran dos jilgueros y no tenía el permiso necesario para poder atraparlos", relata Guillermo Vinssac, un pensionista de 73 años que todavía no acierta a comprender cómo su vida se le ha podido complicar de esta manera. "Puse en libertad los jilgueros y me anunciaron que me llegaría una multa", explica.
Semanas después, Vinssac recibió una notificación oficial de la Secretaría General Técnica del Servicio de Disciplina Ambiental de la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, en la que se le comunicaba que debía pagar una indemnización de 2.500 pesetas por cada jilguero apresado y una multa de 1.000.001 pesetas. En total, 1.005.001 pesetas.
"Mi delito es que no tenía una licencia que hay que obtemer cada año y que, al parecer, cuesta unas cuatro mil pesetas", cuenta Vinssac. "A mí me parece correcto que me multen si he hecho algo que no está bien, que me hagan pagar por mi error, pero que a un pensionista le hagan pagar un millón de pesetas por capturar durante un paseo dos jilgueros creo que es un abuso".
Guillermo Vinssac cobra una pensión de poco más de cien mil pesetas. En su vida en activo trabajó como decorador de estudios de cine y televisión. "Yo tenía algo ahorrado, pero no mucho, así que tuve que ir a Argentaria, el banco en el que cada mes cobro mi pensión, para pedir un préstamo", relata. La comunicación del Servicio de Disciplina Ambiental, según explica el afectado, le conminó a abonar la multa para poder, a continuación, recurrir. "Además, me advertían de que si no lo hacía tendría un recargo de 200.000 pesetas, así que decidí pagar lo antes posible", dice el pensionista.
La pasión por los pájaros le viene de lejos a Vinssac, pero el tiempo que ha recuperado tras obtener la jubilación le permite dedicarse más a ella. En su casa tiene una docena de jaulas llenas de aves de varias especies, aunque son los jilgueros sus favoritos. "Me gusta oírles cantar. Sólo tengo machos. Si en algunas ocasiones he capturado alguna hembra, rápidamente la he puesto en libertad. Cuando encuentro a uno que canta muy bien suelto al que lo hace peor", explica Vinssac sobre su método de trabajo. "Si tengo la suerte de encontrar un jilguero que cante muy bien, un barítono, le llevo a algún concurso. Mis pájaros no tienen nombre, pero sí llevan una anilla para poder identificarlos".
Un portavoz del Servicio de Disciplina Ambiental de la Conunidad de Madrid confirmó ayer a este periódico los motivos por los que se ha multado este comportamiento. "Los fringílidos, es decir, verderón, pardillo y jilguero, no se pueden cazar, porque no son cinegéticos; pero, al ser una práctica habitual la captura de estos animales, se ha arbitrado una manera de poder obtenerlos. Cada año se pueden apresar, durante unos días determinados,hasta 15 animales de esta condición, pero la persona a la que se le ha abierto este expediente no siguió las normas establecidas", explican. "Además, él capturó los dos jilgueros con una red ilegal, y ésta es una infracción grave que lleva aparejada una sanción de entre 1.000.001 pesetas y diez millones. Como se consideró que no había ningún agravante se le impuso la multa menor". Este servicio indicó que en el último año se han abierto 622 expedientes por casos similares, aunque no pudo precisar cuántos habían prosperado.
El caso está ahora pendiente de un recurso que la familia del afectado le ha convencido de que presente. "Yo, hasta cien mil pesetas, que no deja de ser una barbaridad para mi economía, me hubiera parecido una multa aceptable, pero un millón...", se lamenta Vinssac. Le han contado que, hace cinco años, Leguina indultó a un hombre que mató un lagarto verdinegro para comérselo y le multaron con un millón.
Mientras espera la decisión, el pensionista paga en plazos de poco más de veinte mil pesetas mensuales la multa por el error que cometió aquella mañana. "Con el susto que tengo creo que ya he pagado mi equivocación".
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