Los propietarios del cine Coliseum planean hacer cinco salas preparadas para teatro
El futuro de la Gran Vía está en el teatro, y no en la exhibición de películas. Así lo entienden los empresarios que en los últimos tiempos están transformando las grandes salas de cine en locales capaces de acoger montajes teatrales. Al cine Avenida y al Lope de Vega está a punto de sumarse el Coliseum, que está pendiente de la aprobación de un proyecto según el cual, el histórico cine se dividiría en cinco salas capaces de exhibir espectáculos escénicos además de películas. La apuesta por el teatro llega también al Retiro: su Casa de Vacas tendrá una sala estable.
El próximo febrero llegará al cine Coliseum Taps dogs, un espectáculo de baile, concretamente de claqué, creado por un grupo canadiense que recorre el mundo desde hace cuatro años. Será una toma de contacto de este gran cine de la Gran Vía con las artes escénicas. Aunque no la primera. El cine Coliseum fue concebido por su primer propietario, el maestro Guerrero, como un espacio para obras musicales. Por eso, el local cuenta con camerinos y la infraestructura básica de un teatro, aunque necesite una buena reforma que sus propietarios piensan emprender en cuanto el Ayuntamiento apruebe la licencia de obra necesaria. El problema que entorpece los trámites es la protección de la que gozan algunos de los elementos arquitectónicos del local, como el vestíbulo y la embocadura del escenario.No se trata de una moda. Hay una poderosa razón por la que los cines de la Gran Vía se van decantando por los espectáculos teatrales. Lo explicaba ayer Antonio Muñoz, uno de los responsables de la gestión del cine Coliseum y de otros locales como el Avenida, el Lope de Vega (también transformados en teatros), el Palacio de la Música, los Acteón y los Luna. "Pensamos que el futuro de la Gran Vía está en los espectáculos únicos. Es la única forma de competir con las 55 o 60 salas que se han abierto en Madrid y su periferia en los últimos tiempos y en las que se estrenan las mismas películas que en los locales del centro. Está claro que la Gran Vía siempre tendrá público, pero cada vez cuesta más llenar salas con un aforo para más de mil espectadores", declara Muñoz.
Otra amenaza que se cierne sobre los cines de la Gran Vía y que preocupa a sus propietarios es el futuro complejo cultural que acogerá la antigua estación de Príncipe Pío. Está prevista allí la apertura de varias salas de cine. Se ofrecerán además unas 4.000 plazas de aparcamiento gratis. Por todo esto, los cines de la Gran Vía llevan tiempo replanteándose su actividad.
Permiso de obras
Muñoz declara que el próximo mes pueden tener por fin en sus manos el permiso de obras del Ayuntamiento para el Coliseum. Según el proyecto que han presentado a las autoridades municipales, el cine Coliseum, que en la actualidad cuenta con una gran pantalla para 1.533 localidades, se dividirá en cinco salas (una grande, dos en la planta baja y otras dos en el sótano), todas capaces de ofrecer cine o teatro.Habrá una gran sala para 1.200 espectadores, en la que se podrán representar musicales. Las cuatro instalaciones restantes tendrán un aforo de 200 a 300 butacas.
La apuesta por los espectáculos teatrales llegará también hasta el parque del Retiro. La junta municipal de ese distrito ha puesto en marcha una iniciativa para convertir el auditorio de la Casa de Vacas, un centro que ofrece exposiciones y actividades culturales durante todo el año, en un teatro permanente de pequeño formato. Las representaciones en el nuevo escenario comenzarán el próximo febrero, aunque el estreno de este local como teatro se ha producido este fin de semana con la representación de la obra Don Juan Tenorio, de Zorrilla.
"Pretendemos ofrecer durante todo el año obras de teatro, danza y música clásica. La programación estará orientada a público joven y a los mayores, porque queremos dirigirnos a todo ese público que no tiene facilidad ni costumbre de asistir al teatro. Queremos crear espectadores para el teatro grande", declara Jesús Carro, director de los servicios culturales de la Junta Municipal de Retiro.
No está decidido todavía si la oferta se limitará a los fines de semana o si el teatro estará abierto todos los días. Sí está claro que se pondrán precios populares y que la Casa de Vacas continuará acogiendo exposiciones. "La transformación del auditorio en teatro necesita una inversión muy pequeña. Hay que aislarlo acústicamente, introducir sistemas de iluminación y sonido y arreglar el telón", declara Carro. Los cinco millones que costarán estas obras saldrán del dinero presupuestado para la reforma en la Casa de Vacas.
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