Los socialistas califican de "caciquil y oligárquica" la política exterior del PP
El partido socialista hizo ayer una enmienda a la totalidad de la política exterior del Gobierno del PP. Sus dos principales dirigentes, Joaquín Almunia y Felipe González, criticaron la falta de ideas e iniciativas del Ejecutivo, al que acusaron de llegar a delegar en empresarios la política exterior española en un área tan estratégica como es América Latina. González afirmó que el Gobierno practica una política "oligárquica y caciquil", fuera y dentro de España.
González diseccionó sin piedad la política exterior española, cuya pérdida de relevancia en todos los frentes se ve agravada, dijo, por "la inconsistencia de la figura que ocupa la Presidencia." El dirigente socialista comenzó por definir la política exterior como la "proyección de una ambición, de un proyecto de país, de unos valores". Y en su opinión, esos valores, en el caso del PP, son los de la "oligarquía y el caciquismo".Al igual, dijo, que en política interior se rebajan los peajes de las autopistas con mentalidad "clientelar", así se comporta en política exterior, sobre todo en América Latina. El Ejecutivo, en su opinión, intenta reeditar "una CEDA [Confederación Española de Derechas Autónomas durante la II República] sin la E de española", basada en una estructura "financiera, económica y mediática de control del poder" y en una práctica política y económica "clientelar". El Ejecutivo, dijo, ha renunciado a fijar directrices, a coordinar la acción exterior que desarrollan unos diplomáticos que, en su mayoría, tienen sentido de Estado. En política europea, el Ejecutivo "no sabe/no contesta", y en América Latina ha llegado a pedir a empresarios para que medien en problemas de Estado, lo que calificó de auténtico "disparate".
En tono sarcástico señaló que cuando el Gobierno ha tenido un problema en Cuba ha mandado "una señal de Alierta" en referencia al presidente de Tabacalera, César Alierta, o bien una "señal telefónica" . Recordó cómo Francisco Fernández Ordóñez, enfermo de gravedad, recorrió uno por uno todos los países de América Latina y no se le ocurrió nunca buscar uno "de sus amigos empresarios para que le resolvieran un problema político". Abel Matutes es "una buena persona" pero no pinta nada.
González se mostró especialmente duro con José María Aznar por su política de "desafío de pecho de lata" en relación con Fidel Castro. Recordó que cuando le pidió a éste que "moviera ficha" y Castro le pegó una patada al tablero, anduvo dos años buscando la ficha. Según el ex presidente, si Aznar le hubiera dado "otra patada al tablero" se hubiera "acortado mucho el tiempo de areglar la crisis".
La plana mayor del PSOE se reunió ayer en Madrid, en jornadas de mañana y tarde, para debatir sobre política exterior y presentar su alternativa de Gobierno. Además de Almunia y González, intervinieron, entre otros, Javier Solana, responsable de Política Extrerior y Seguridad de la UE; Manuel Marín, ex comisario europeo protagonista de la gran apertura de la UE hacia América Latina, y el ex ministro Carlos Solchaga, que habló sobre la gobernabilidad económica internacional. Hoy cerrará la Conferencia sobre Política Exterior el comisario europeo Pedro Solbes.
El creciente papel de las empresas españolas en América Latina estuvo presente en muchas intervenciones, pero especialmente en las de Alumunia y González. El candidato socialista a la Presidencia del Gobierno pidió a La Moncloa que actúe ante las empresas -que hasta hace poco eran públicas y ahora están privatizadas- cuando estas deterioran la imagen de España con prácticas prepotentes. Aunque no se mencionó a Telefónica, las referencias a esta sociedad fueron constantes. Almunia señaló que un futuro Gobierno socialista actualizará las líneas estratégicas de la política exterior y coordinará la acción exterior para que el papel de las empresas, desde su autonomía como empresas privadas, no interfiera en la acción exterior de España.
Solana pidió una acción exterior europea "menos declarativa y más activa" que sitúe la defensa de los derechos individuales en el centro de la acción exterior por encima de los intereses de los Estados.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.