En barrena

La caída del euro está llevando a los mercados financieros europeos a una situación complicada, en comparación con la Bolsa norteamericana. Ayer, el euro bajó hasta 1,0077 dólares en su cambio oficial, aunque en el mercado llegó hasta 1,0030 en medio del desconcierto de los operadores, ya que algunas fuentes del BCE señalaban que no sería preocupante un descenso hasta niveles de 0,85 dólares.

Los activos denominados en euros, la totalidad dentro de la UE, pierden valor con la caída de su moneda, lo que les hace menos atractivos para los inversores de otros países, y que tradicionalmente se conoce como inversión extranjera. La Bolsa española, por ejemplo, se ha depreciado para los inversores estadounidenses un 14% como consecuencia de la caída del euro, cifra que se come la ganancia del índice general y reduce considerablemente las de los valores más agraciados por la coyuntura.

En esta sesión volvió a ponerse en evidencia la existencia de un sector, el de comunicaciones —a todos los niveles—, por el que apuesta la mayoría, mientras que los grupos productivos tradicionales caen en el olvido y sus cotizaciones lo notan en cada momento.

De los 20 valores más negociados ayer en el mercado continuo sólo cinco subían, y todos ellos podían englobarse en lo que se conoce como "nuevas tecnologías".

La contratación en el mercado continuo fue de 180.145 millones de pesetas efectivas, 1.082,69 millones de euros, con una gran concentración en ese sector de valores tecnológicos y afines.

El euro cotizaba a última hora de la tarde a 1,0090, pero esa pequeña recuperación no resultaba suficiente para devolver la confianza a los mercados, tanto en lo referente a la propia divisa como a las autoridades monetarias, inexplicablemente pasivas ante el descenso de la moneda única.