Arzalluz acusa a ETA de mentir porque no hubo acuerdo previo a la tregua
Xabier Arzalluz acusó ayer a ETA de mentir al haber sugerido que la suspensión de su tregua indefinida se debe al incumplimiento que el PNV y EA han hecho del acuerdo alcanzado con ella antes del anuncio del alto al fuego. El presidente del PNV negó que su partido hubiera firmado un pacto y acusó a la banda terrorista de "jugar sucio", actitud que, dijo, no esperaban y tendrán en cuenta a partir de ahora, aunque piensan seguir trabajando igual por la paz.
El anuncio de la ruptura de la tregua de ETA coincidió con el día en el que la plana mayor del PNV acude anualmente a Sukarrieta a rendir homenaje a su fundador, Sabino Arana, cuyos restos reposan en el pequeño cementerio de esta localidad vecina a Gernika. La noticia imprimió esta vez de una inusual expectación el acto político, que tuvo a Xabier Arzalluz como único orador. Su largo discurso estuvo centrado en la explicación del papel del PNV en la negociación con la banda y respondió a su estilo contundente y frontal.Antes de desplazarse a Sukarrieta, los dirigentes peneuvistas habían mantenido una reunión de urgencia, a primera hora de la mañana, en la sede del partido en Bilbao. Fuentes internas aseguraron a este periódico que el PNV tuvo conocimiento de la decisión de ETA a través de los medios de comunicación, ya que, la víspera, no habían logrado saber el contenido de la entrevista con esa organización cuya publicación había anunciado el diario Gara, de la izquierda abertzale.
Sin rodeos
Como es habitual en él, Arzalluz no se anduvo con rodeos. Ante el silencio sepulcral de varias decenas de militantes, aseguró: "ETA ha publicado en Gara cosas que nos afectan. Afirma, respecto a nosotros y a EA, que la ruptura del alto al fuego se debe a incumplimientos nuestros. Mañana, la prensa, los contertulios, dirán lo que digan, pero esto es lo que yo quiero que quede claro entre vosotros: la verdad es esta, que ETA miente".Arzalluz negó así que los dos partidos nacionalistas hubieran aceptado y firmado un acuerdo previo al alto al fuego tal y como ETA asegura en Gara, en una de cuyas fotos se muestra a un encapuchado sosteniendo un papel del que afirman que se trata del acuerdo entre los nacionalistas sellado y firmado y que no ha sido cumplido. El líder del PNV desveló así aspectos de la negociación, buena parte de ella por escrito, que su partido mantuvo con ETA en el verano de 1998, antes de la tregua.
Según el presidente del PNV, los dirigentes de ETA no enseñan que, al dorso del documento que recibieron y muestran en la foto de Gara, están escritas las condiciones bajo las cuales el PNV estaba dispuesto a aceptar la propuesta. En ese texto, añadió, el PNV decía: "La territorialidad, la soberanía o la institucionalización de Euskadi no es una propuesta vuestra, sino un fin fundacional de este partido. Por lo tanto, no tenemos inconveniente en reconocerlos; el problema está en los modos y los tiempos de cómo llegar a esa meta". También exigía que cada paso se diera de común acuerdo entre los nacionalistas, "sin olvidar que somos nosotros el partido mayor y, por tanto, alguna autoridad tendremos sobre lo que haya que hacer", explicó.
ETA respondió al PNV con otro escrito en el que no aceptaba estas condiciones, "lo cual, en todas partes, quiere decir que no ha habido acuerdo", añadió Arzalluz. "Si ETA dice que lo ha habido, miente; si no, que saque el papel entero, porque también acordamos que no se publicaría el documento sin el acuerdo de las tres partes", concluyó.
Nueva propuesta
Según el presidente del PNV, ETA hizo una nueva propuesta de acuerdo el pasado verano, pero el PNV no la aceptó. "Y no lo hicimos, como ya dijo [Joseba] Egibar en su día, no porque no fuera democrática, sino porque se trataba de una propuesta estrambótica", dijo Arzalluz."El querer ir por toda Euskadi, desde Bayona a Tudela, poniendo urnas electorales y, a partir de ahí, crear una representación vasca sólo se le ocurre y sólo lo toma en serio quien no tiene ni idea de cuál es la representación política y la realidad social de este país", agregó a modo de explicación de la "estrambótica" idea que ETA propuso en la última reunión que mantuvo con representantes del PNV y EA el pasado 11 de julio y que finalizó sin acuerdo entre las partes en relación con los pasos que se deberían dar y la forma de concebir cada uno "la construcción nacional".
El presidente del PNV reveló ayer que su partido había pedido a ETA recientemente una nueva entrevista: "Le queríamos hacer una propuesta más realista y no nos la ha dado". Con este ejemplo, Arzalluz indicaba que la actitud de su partido va a ser la de perseverar, la de seguir hablando con la izquierda abertzale para conseguir el objetivo de la paz.
Sin embargo, la decepción por la actitud de ETA la dejó traslucir Arzalluz al quejarse, con amargura, del comportamiento de la organización terrorista. "Los vascos, hasta ahora, "íbamos con la verdad por delante; hemos presumido siempre de decir la verdad y de cumplir la palabra. Y, aquí, ellos no han dicho la verdad y nosotros hemos cumplido con lo que nos habíamos comprometido", afirmó.
Arzalluz aseguró que siempre se aprende y prometió no olvidar que "ETA ha jugado sucio", una actitud que, reconoció, el PNV no esperaba. "Pese a ello", a tenerla en cuenta, subrayó, "vamos a seguir hablando, a seguir trabajando, igual que ahora, por la paz. Porque no estamos trabajando en este tema para sacar votos. Nos la estamos jugando para que este país esté sin pistolas".
"Nos jugamos nuestra juventud, nuestras inversiones, nuestra economía, nuestros empresarios y la paz de nuestras familias", añadió; "no se trata de un bienestar íntimo de nuestro pueblo lo que está en juego, ya que va mucho más allá de la abundancia económica. Por eso seguiremos intentándolo".
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