El número de inmigrantes menores que atiende la Junta aumenta un 300%

Los inmigrantes menores de edad atendidos por la Junta han aumentado un 300% en lo que va de año con relación a 1998. La mayor avalancha se ha producido desde que el pasado mes de mayo se incrementaron las medidas de vigilancia de entrada de inmigrantes a través de barcos o, una vez superado el Estrecho, en los bajos de algún camión. El hecho de que los menores de edad no puedan ser repatriados a su país, ha llevado a la Administración autonómica a atender en lo que va de año a 1.600 inmigrantes menores en sus centros de acogida, muy por encima de los 400 de todo el año 1998. El 90% de ellos proceden del Magreb y el resto de países como Senegal, Guinea y otros puntos de Centroafrica.

Los menores suelen permanecer en estas dependencias una media de 45 días y más tarde son reconducidos hacia alguna ONG que le ayudan a insertarse en la vida laboral. Sólo cuando el Gobierno investiga su procedencia y garantiza que se le van a proteger sus derechos como menor, pueden ser repatriados a su país de origen.

La directora general de Atención al Niño de la Junta de Andalucía, Leonor Rojo, demandó ayer del Gobierno central una compensación económica para hacer frente al "esfuerzo presupuestario" que supone la atención de los menores, ya que, a su jucio, Madrid no está asumiendo sus responsabilidades. En este sentido, recordó que aunque la Junta tiene las competencias a la hora de asumir la tutela de esos menores, es el Gobierno central, a través de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, el encargado de identificarlos. Rojo dijo que el SAS pone a disposición del Cuerpo Nacional de Policía los hospitales andaluces para la realización de pruebas que determinen la edad de los inmigrantes. Sin embargo, esas pruebas, según apuntó Rojo, se demoran en exceso.