Bilbao aprueba por un solo voto entrar en la asamblea de municipios

Udalbiltza, la asamblea de municipios organizada por los nacionalistas vascos como "primera institución nacional", tiene ya una capital en su seno. El Ayuntamiento de Bilbao aprobó ayer por un solo voto entrar en ese foro y la "adhesión política a sus objetivos". La moción salió adelante con los votos de sus promotores: el PNV-EA, Euskal Herritarrok y el partido del ex alcalde José María Gorordo (ICV). Además de los populares y los socialistas, Izquierda Unida votó también en contra, pese a ser miembro del pacto de Lizarra. El PP y el PSE advirtieron al alcalde, el peneuvista Iñaki Azkuna, de que no cuente con ellos para poner fin a la minoría en que gobierna.

Los 15 ediles de los grupos promotores votaron a favor de la incorporación a esta asamblea de ayuntamientos nacionalistas. En contra votaron los 14 concejales que suman populares (8), socialistas (5) e Izquierda Unida (1). El pleno, que duró todo el día, aprobó también una moción de condena de la violencia callejera."Excluyente", "rupturista", "peligroso", "preconstitucional" y "regresivo" fueron algunos de los adjetivos con que los portavoces del PP, el PSE e IU definieron a Udalbiltza, una institución promovida por concejales nacionalistas de Euskadi, Navarra y el País Vasco francés.

Euskal Herritarrok calificó la adhesión de Bilbao de "excelente noticia". El portavoz del PNV, Juan José Olabarria, insistió en que Udalbiltza ni es excluyente, ni va en contra del Estatuto de Gernika y consideró ilógico que se "satanice" a sus promotores.

Populares y socialistas cargaron sobre todo contra el alcalde Azkuna, al que acusaron de jugar a dos bandas: la de las palabras y la de los hechos. El portavoz del PP, Antonio Basagoiti, recordó al regidor bilbaíno: "Usted dijo en su día: "Si Udalbiltza es una asamblea constituyente, no jugaré". Basagoiti reprochó a Azkuna que, frente a la convivencia, "ha preferido la independencia de los que no condenan la violencia". El alcalde, que no tomó la palabra en ningún momento del pleno ni hizo declaraciones posteriores, escuchó las intervenciones con atención, aunque como si la cosa no fuese con él. Para el portavoz del PSOE, Dimas Sañudo, el regidor bilbaíno ha acabado obedeciendo a su partido.

Según Sañudo, la entrada en Udalbiltza "es un error político" porque la asamblea "obedece a un concepción de país en clave excluyente". Julia Madrazo, de Izquierda Unida, argumentó que votaba no porque Lizarra y Udalbiltza son cosas distintas, ya que la última es "un proyecto nacionalista para nacionalistas".

La presentación de la moción, por vía de urgencia a menos de 24 horas del pleno, pilló desprevenidos al PP y al PSE. Ambos dejaron bien claro que con Bilbao en Udalbiltza no están dispuestos a dar a Azkuna la estabilidad que precisa para gobernar. Azkuna se ha mostrado desde antes incluso de su elección en los comicios de junio muy reticente a cerrar un pacto con EH y ha apostado por repetir el anterior acuerdo con los socialistas.

La otra moción de calado político que salió adelante, con apoyo de todos los grupos salvo EH, exige el "cese inmediato y definitivo" de la violencia callejera porque "empaña y pone en peligro el escenario de paz y convivencia" abierto tras el alto el fuego de ETA de hace 14 meses. El texto también muestra la preocupación del Ayuntamiento ante las amenazas contra concejales y vecinos de la ciudad, que suponen "un ataque a su libertad". Sañudo y su familia han sido víctimas en los últimos meses de varios ataques de grupos afines a ETA.

La nueva marca electoral de HB presentó una moción alternativa -no se llegó a votar- porque, según su portavoz, la otra no contemplaba en su globalidad el problema que está en el origen de la violencia.