El caos y la revancha minan la paz
Cada día se queman casas de serbios, la luz y la electricidad son escasas y la justicia apenas existe
Cinco meses después de que las fuerzas de la OTAN tomaran el control absoluto de Kosovo, hay escasa electricidad y agua; las calles están llenas de basura; el tráfico es un caos, sin semáforos que funcionen ni agentes de tráfico; hay pocos coches con matrícula, y nadie tiene nuevos documentos de identidad.Cientos de miles de albaneses deportados por los serbios han regresado de los campos de refugiados, y las minorías serbia y gitana continúan siendo acosadas y atacadas. El Gobierno de Naciones Unidas en Kosovo, a falta de los fondos de los países que combatieron y ganaron la guerra, es incapaz de pagar los salarios incluso a los empleados públicos que están supuestamente bajo su control.
La justicia apenas se deja ver, y los tribunales prácticamente no existen; los atracos, robos de apartamentos, extorsiones o asesinatos ocurren en la casi total impunidad, algunos de ellos como parte del crimen organizado.
Sólo hay 1.700 policías internacionales para garantizar la seguridad, y las patrullas de la fuerza de paz dirigida por la OTAN son normalmente estáticas y no agresivas.
Cada día se queman casas de serbios de una forma organizada, aumentando la presión para que esta minoría huya o se encierre en guetos rodeados de albaneses hostiles que les recuerdan su propia represión.
La realidad de venganza e intolerancia está erosionando el objetivo de Naciones Unidas de una sociedad multiétnica, y la única organización multiétnica que funciona es la nueva fuerza de policía, donde sólo unos pocos de los 170 cadetes graduados son serbios o miembros de otras minorías.
El representante especial de la ONU para derechos humanos en la exYugoslavia, Jiri Dienstbier, ex disidente checo, declaró hace unos días que "la extensión de la limpieza étnica de albaneses acompañada de asesinatos, torturas, saqueos y quema de casas ha sido reemplazada por la limpieza étnica de serbios, gitanos, bosnios y otros no albaneses, acompañada de las mismas atrocidades".
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