La secretaria de Strauss-Kahn, acusada de cobrar sueldos de Elf
Las desgracias nunca vienen solas, al menos para el dimitido ministro de Economía francés, Dominique Strauss-Kahn, cuya secretaria particular, Evelyne Duval, acaba de ser procesada por "encubrimiento de abuso de bienes sociales". Los jueces no terminan de entender por qué la petrolera Elf pagó a Evelyne Duval una suma de, al menos, 192.000 francos (4,8 millones de pesetas) si, como ha indicado la propia procesada, ella nunca trabajó para esa compañía, ni conocía a sus antiguos dirigentes.
En aquellas fechas, a mediados de julio de 1993, Evelyne Duval trabajaba, en régimen de media jornada, en el Círculo de la Industria, una asociación que Dominique Strauss-Kahn creó después de la derrota electoral socialista que en marzo de ese mismo año le desalojó del Gobierno, donde ocupaba la cartera de Industria.A estas alturas todo el mundo sabe que la contabilidad de la entonces petrolera pública daba para todo y que la disposición de sus dirigentes a comprar y vender favores no tenía límites. Los jueces, que disponen de una lista de beneficiarios de Elf en la que figura Evelyne Duval, se preguntan por qué un personaje como Alfred Sirven, director de Asuntos Generales de esa compañía, hombre clave del escándalo de la venta de fragatas a Taiwan y hoy bajo mandato de arresto internacional, pagaba a través de una filial suiza los salarios que percibía en el Círculo de la Industria la secretaria particular de Strauss-Kahn. La procesada, que nunca declaró esas sumas, tampoco parece contar con una explicación precisa.
Aunque no le afecte directamente, el asunto introduce una nueva sombra sobre el comportamiento pasado del ex ministro de Economía en el momento en el que éste permanece a la espera de que los jueces le notifiquen su procesamiento por la falsificación de los documentos que dan cuenta de su trabajo en la mutua estudiantil (MNEF). Ambos hechos pertenecen al periodo en el que Strauss-Kahn retomó su actividad como abogado de negocios, cuando la posibilidad de que los socialistas recuperaran el poder parecía bastante lejana. El círculo de las casualidades se cierra con el dato de que Strauss-Kahn estuvo vinculado, además, a la denominada Asociación Francia-Taiwan, que durante algún tiempo tuvo su sede en los mismos locales de la investigada mutua.
De forma tangencial, el procesamiento de su secretaria enturbia la imagen de político responsable y sacrificado que Strauss-Kahn se ha granjeado con su decisión de dimitir antes incluso de un procesamiento. Los socialistas implicados en el caso están siguiendo su ejemplo. Ayer renunció el máximo responsable de la federación de los socialistas de París, Jean-Marie Le Guen, y días atrás hizo lo propio François Bernardini, primer secretario de la federación de Bouches-du-Rhôn. Sin llegar a tanto, el antiguo administrador de la mutua y número dos del PS, Christophe Cambadélis, ha optado por declararse en vacaciones. Con el procesado alcalde de París, Jean Tiberi, a la cabeza, la derecha da la callada por respuesta, sin dejar de explotar los escándalos ajenos.
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