_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Violencia gratuita

Un lunes de noviembre de 1999. Tras ir al cine, me decido a dar un paseo por Madrid. En un determinado momento cojo una calle perpendicular a Fuencarral y llego a la plaza de Chueca, centro gay de Madrid y supuesto paraíso de la tolerancia. Sin embargo, no pasa mucho tiempo hasta que un muchacho comienza a amenazarme y a darme empujones, con intenciones nada buenas. Asombrado y asustado, huyo como puedo y llego a mi casa con un nudo en el estómago y temblor en las piernas. Como soy persona de letras, resuelvo poner toda esta experiencia en forma de reflexión y denuncia.En efecto, yo iba completamente solo, y en absoluto soy afeminado (lo que llaman "tener pluma"); por tanto, nadie podía decir que yo fuese homo o heterosexual. Pero, no nos engañemos, la agresión era claramente homófoba. Esa pandilla de violentos sabía perfectamente dónde estaba, y si se metieron conmigo fue porque querían meter miedo a un "maricón".

El odio y la violencia ciega encuentran chivos expiatorios muy fácilmente; la homosexualidad es uno de ellos. Es muy fácil que nuestras frustraciones se proyecten en otros diferentes a nosotros y sean esos otros los culpables. Desgraciadamente, los homosexuales siguen siendo esos bichos raros que no tienen nada que ver con "nosotros" (un nosotros excluyente) y que no pueden traer nada bueno. Con 20 años, soy muy idealista, pero hoy he sufrido un varapalo muy fuerte. Hoy he visto cómo siguen vivos los odios y las discordias. - I.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_