El fuerte temporal de nieve deja aislados 240 pueblos en Cantabria y Castilla y León

Unos 240 pueblos de León, Palencia, Burgos y Cantabria, con una población de más de 8.000 personas, permanecían anoche aislados por las fuertes nevadas. La nieve también cayó profusamente sobre la costa barcelonesa, y el aeropuerto de la capital catalana, El Prat, tuvo que ser cerrado entre las cuatro y las seis de la mañana para limpiar las pistas, lo que causó retrasos de hasta seis horas en los vuelos. A media tarde, en toda la Península, no se podía circular por 28 puertos y eran necesarias las cadenas en otros 40. El temporal, según el Instituto Nacional de Meteorología, tiende a remitir.

Dos centenares de localidades de las provincias de León, Palencia y Burgos y unas 40 de Cantabria, con una población superior en total a los 8.000 habitantes, permanecían ayer aisladas por carretera como consecuencia de las fuertes nevadas caídas, según las delegaciones del Gobierno. A primeras horas de la mañana eran más de 10.000 personas las afectadas, pero los servicios de Protección Civil lograron reducir su número a lo largo de la jornada. Sedano, en Burgos, se encontraba sin suministro eléctrico, pero, en cambio, las vías de acceso se hallaban despejadas.La zona más castigada por este temporal fue la del norte de León. Allí se encontraban incomunicados por tierra alrededor de 100 pueblos, todos ellos situados en las proximidades de la cordillera Cantábrica. Del otro lado de la montaña, en Cantabria, eran unos 40 los que sufrían la misma penalidad. En Palencia eran 58 y los mayores problemas se centraban también en el área septentrional, donde el espesor de la nieve acumulada había superado los 30 centímetros. Los de Burgos eran 18.

Los efectivos de Protección Civil debieron desplazarse hasta San Cebrián de Mudá (Palencia) para llevar medicinas a un enfermo que las precisaba con carácter de urgencia. Otras siete personas se habían quedado aisladas en una casa rural de la localidad también palentina de Cardaño de Abajo, pero, según fuentes oficiales, su rescate no era calificado de prioritario por cuanto disponían de provisiones y ropa de abrigo suficiente.

Ávila amaneció cubierta igualmente por una gran capa de nieve, pero los servicios municipales, a diferencia de lo ocurrido con ocasión de la nevada del pasado Año Nuevo, cuando se levantaron fuertes críticas contra ellos, resultaron efectivos esta vez, informa Carlos de Miguel. En total se esparcieron por las calles de la ciudad unos 30.000 kilogramos de sal.

A media tarde, en toda la Península, se encontraban cerrados al tráfico una treintena de puertos de montaña, la mayoría en las comunidades de Asturias, Cantabria y Castilla y León. Entre ellos figuraban los de Piedrafita, La Magdalena, Pandetrave, Pando, Ventana y Vegarada (León), San Isidro, Arnicio y La Marta (Asturias), Lancha y Cruz del Hierro (Ávila), Portillo de Lunada, Portillo de la Sía y Estacas de Trueba (Burgos), Palombera, Brañavieja, Piedrasluengas y San Glorio (Cantabria) y Belagua (Navarra).

Además, era necesario usar cadenas en otros 40 de las citadas comunidades, así como de las de Madrid, Castilla-La Mancha, La Rioja, Andalucía y Cataluña. Entre éstos se encontraban los de Leitariegos (Asturias), Pajares (León), El Escudo (Cantabria), Veleta (Granada) y Piqueras (La Rioja).

La nieve también dificultó la fluidez de la circulación, al regreso del fin de semana, en carreteras de Almería, Ávila, Burgos, Ciudad Real, Granada, León, Palencia, Toledo y Zaragoza.

El temporal, según las previsiones del INM, tiende a remitir, pero, en cualquier caso, podrá seguir nevando entre los 400 y los 800 metros. Las bajas temperaturas amenazan con formar placas de hielo, por lo que se recomienda extremar las precauciones al conducir. Ayer 36 personas perdieron la vida en 29 accidentes.