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Solbes cree que los países del Este deben acceder al euro tras estar dos años en la UE

Xavier Vidal-Folch

"Es imprescindible que antes de entrar a formar parte del euro, los países del Este estén dos años en la Unión Europea (UE)", declaró ayer el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Pedro Solbes, a un grupo de periodistas españoles.Solbes advirtió de que ésa es una opinión estrictamente personal, que todavía no se ha convertido en doctrina oficial de la Comisión. La argumentó en razones jurídicas y económicas. Jurídicas, porque uno de los criterios de convergencia de Maastricht, consagrado en el Tratado, exige dos años de estabilidad cambiaria demostrados a través de la pertenencia del país candidato al Sistema Monetario Europeo (SME).

Económicas, porque resulta "razonable" efectuar la prueba de esa estabilidad, antes de su renuncia a disponer de un mecanismo de ajuste como el del manejo del tipo de cambio. Eso sí, el comisario apoyó la idea de aplicar flexiblemente el SME-bis a los candidatos que ya estén demostrando estabilidad -por ejemplo a través de su anclaje oficial u oficioso en el marco alemán-, como es el caso de Estonia. A ese país, defendió, habría que concederle una banda estrecha, puesto que la banda ancha de oscilación (de más/menos 15% respecto a la paridad central) le perjudicaría en los mercados.

El comisario español consideró también que la implantación del marco alemán -que de hecho y de derecho no es más que una fracción del euro- en Kosovo y Monetenegro, e incluso su posible extensión en la zona balcánica, no crea problemas añadidos a la política monetaria europea, dado el peso muy relativo de sus economías en comparación con la de la Unión Europea. También consideró que las razones de Montenegro para adoptar el marco -sobre todo la escapatoria del dinar yugoslavo en continua devaluación- son técnicamente sólidas.

Para Pedro Solbes, los pasos de Grecia hacia la integración en la moneda única no son ajenos a la nueva actitud oficial detectada en Suecia sobre el euro. Y las aspiraciones de algunos países bálticos, opinó, también influirán positivamente a algunos "países vecinos", provocándoles "algunas inquietudes". Es decir, a Dinamarca -aunque no la nombró-, que puede temer verse rodeada de países del euro mientras permanece en su aislacionismo monetario.

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