Sudupe apela a "la responsabilidad" de la oposición para aprobar el presupuesto

El diputado general de Guipúzcoa, el peneuvista Román Sudupe, presentó ayer un panorama muy sombrío en el supuesto de que no sea aprobado su proyecto de presupuestos para el año 2000. El máximo responsable foral reclamó de los partidos de la oposición su apoyo a las cuentas, que ascienden a 77.234 millones de pesetas (464 millones de euros), para permitir poner en marcha "proyectos de inversión cruciales para Guipúzcoa". El rechazo "sería difícilmente asumible políticamente", dijo.

La posición minoritaria de PNV-EA en las Juntas Generales guipuzcoanas obliga al Ejecutivo foral a atraerse el apoyo de al menos uno de los grupos de la oposición (EH, PSE-EE y PP) para sacar adelante el proyecto de presupuestos. Román Sudupe ha asegurado que todavía no han consensuado el documento con ninguno de estos grupos, aunque confía en "la responsabilidad de todos" para sacarlos adelante.El diputado general está celebrando reuniones con toda la oposición para convencerles de la fatal repercusión que tendría para el territorio la no aprobación de los presupuestos. Ayer declaró a Radio Euskadi que rechazarlos "sería difícilmente abordable y asumible políticamente por ninguno de slo grupos políticos". En respuesta a estas manifestaciones, el portavoz foral del PP, Iñigo Manrique, dijo que Sudupe "quiere desviar la responsabilidad en el caso de verse obligado a prorrogar los presupuestos".

La coalición gobernante intenta que EH se incline a favor del equipo de gobierno, aunque Sudupe negó que medidas como la subida de las pensiones no contributivas sean "un guiño" a la formación abertzale. Los responsables de la Diputación emplean como argumento que es muy difícil justificar el rechazo a un presupuesto que crece un 21% y aumenta en un 30% sus inversiones.

La comisión permanente de las Juntas definió el martes el calendario que marcará el debate presupuestario. El 14 de diciembre finaliza el plazo de presentación de enmiendas y el 29 del mismo mes se celebrará un pleno para discutir las enmiendas a la totalidad, aunque la sesión plenaria definitiva no será hasta mediados de enero, lo que obligará a hacer una prórroga técnica de las actuales cuentas.