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EL PROCESO DE PAZ

Mayor teme que los jóvenes apresados en Irún formen parte del "germen de una nueva ETA"

Luis R. Aizpeolea

El Gobierno teme, tras la captura de dos jóvenes etarras de 20 y 22 años en Irún (Guipúzcoa), que una nueva generación de activistas esté dispuesta a tomar el relevo de los que cumplen condena o están quemados. Los dos detenidos son los hijos de Enrique Gómez, Korta, un militante de ETA asesinado por el Batallón Vasco Español (BVE) en 1979, y de José Sáez, también colaborador de la banda. Un tercer etarra, que logró huir, es hijo del terrorista Javier Zabaleta, Baldo, actualmente en prisión. El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, dijo ayer que estos jóvenes, vinculados a las organizaciones juveniles Gazteriak y Jarrai, "podrían significar el germen de una nueva ETA".

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Las detenciones de Irún se suman a las de otros jóvenes, hijos de militantes de ETA, que recientemente han tenido problemas con la Justicia y las fuerzas de seguridad por su participación en actos violentos. Además, el Ejecutivo conoce desde hace semanas que las organizaciones juveniles del abertzalismo radical -Jarrai y su homóloga del País Vasco francés, Gazteriak, tradicional cantera de los jóvenes cachorros de ETA- se han fusionado con la pretensión de potenciar su presencia a ambos lados de la frontera con el país vecino. Los dos jóvenes detenidos -Arkaitz Sáez y Aratz Gómez- y el prófugo Iraun Zabaleta residían en el País Vasco francés y pertenecían a Gazteriak.Los temores del Gobierno se fundan también en las manifestaciones realizadas el 24 de octubre de 1998, la víspera de las últimas elecciones autonómicas vascas, por dos miembros de ETA encapuchados ante los micrófonos de la cadena británica BBC. En su alocución, los dos portavoces de la banda, además de confirmar la tregua indefinida declarada el 18 de septiembre, afirmaron que, aunque la vieja guardia de ETA abandonara la lucha armada, una nueva generación podría tomar el testigo si sus pretensiones soberanistas y territoriales no eran satisfechas. Además, Interior cuenta también con que la generación de ETA que ha proclamado la tregua indefinida recela de su propia organización por el cerco policial e incluso las infiltraciones que ha sufrido, lo que abriría la puerta a una renovación de sus estructuras.

Red de comandos

En este sentido, en el Ejecutivo se creía ayer que este comando juvenil seguía instrucciones directas de la cúpula etarra, aunque tampoco se descarta que surjan grupos autónomos de jóvenes militantes que operen por su cuenta. Las fuentes gubernamentales consultadas sospechan que aún no hay una red organizada de nuevos comandos, pese a la gran cantidad de jóvenes comprometidos en las recientes acciones de ETA, tanto la de ayer en Irún como la del robo de dinamita en Bretaña (Francia).Al Ejecutivo también le ha llamado mucho la atención la "respuesta plana" de los partidos nacionalistas democráticos, PNV y Eusko Alkartasuna (EA), ante las detenciones de Irún en comparación con la de otros arrestos, como el del propio jefe de los comandos ilegales de ETA, José Javier Arizkuren Ruiz, Kantauri. Entonces, arreciaron sus críticas al Ejecutivo por arriesgar el proceso de paz. El Gobierno deduce de esta actitud prudente del PNV y EA que también les preocupa que la violencia cambie de manos y pase a una nueva generación.

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